Dublín, 26 nov (EFE).- El primer ministro irlandés, el democristiano Simon Harris, aguantó este martes los envites de su socio en el Gobierno, el centrista Micheál Martin, y los ataques de la líder de la oposición y del izquierdista Sinn Féin, Mary Lou McDonald, en un debate considerado clave por la igualdad que mantiene los tres grandes partidos a tres días de las elecciones generales.
Todos abordaron los principales asuntos que han marcado esta campaña, como la crisis de la vivienda, el coste de la vida, la sanidad y la inmigración, con promesas respecto a las soluciones que llevan en sus respectivos programas.
No obstante, gran parte de la atención estaba centrada en la dinámica personal de los tres líderes de cara al alto porcentaje de indecisos que aún detectan las encuestas entre el electorado, con Martin marcando distancias con Harris y McDonald criticando duramente a las dos formaciones que se han repartido el poder durante los últimos cien años.
El debate en la televisión pública RTE arrancó, de hecho, con la enésima disculpa por parte del primer ministro y líder del Fine Gael (FG) por un incómodo encuentro mantenido en campaña con una trabajadora social, captado en un vídeo que se ha hecho viral por la frialdad del dirigente ante sus preocupaciones.
Según varios medios, el FG pidió a la RTE que no difundiera el clip, en una maniobra que McDonald calificó de "siniestra", si bien Harris, hasta hace poco el político más popular y ahora desgastado por ese y otros tropiezos, aseguró que no tenía "conocimiento alguno al respecto".
El 'taoiseach' (primer ministro) comenzaba a la defensiva, pero no era el único, pues la presidenta del Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA, también se vio obligada a dar explicaciones por sus críticas hacia la cobertura de la emisora pública de la guerra en Gaza, a la que ha llegado a exigir una revisión de sus prácticas.
Al margen de toda polémica, Martin, quien también ocupa el cargo de viceprimer ministro y titular de Exteriores, les aleccionó sobre la posición de los políticos ante la autonomía editorial de los medios, mientras que calificó de "poco normal" la explicación de Harris respecto a las presiones por el asunto del vídeo.
El dirigente centrista trataba así de resaltar su individualidad e independencia frente a Harris tras cinco años de Gobierno de coalición entre las dos formaciones enfrentadas desde la Guerra Civil (1922-1923), en el que también entró el Partido Verde.
Ambos se han declarado satisfechos con el funcionamiento de ese histórico pacto y ven con buenos ojos la posibilidad de reeditarlo si ningún partido alcanza la mayoría, lo cual es habitual en este país debido a su complejo sistema electoral.
También coinciden en que no compartirán el Gobierno con el Sinn Féin para no poner en riesgo la buena marcha de la economía irlandesa, que roza el pleno empleo y sigue registrando altos índices de crecimiento.
Según Martin, primer ministro durante la primera parte de la pasada legislatura, las políticas de los republicanos de McDonald "destruirían nuestra economía emprendedora" porque "no entienden el comercio".
A este respecto, Harris insistió en que las finanzas nacionales deben seguir en manos de los democristianos o de una coalición con los centristas, si así lo demandan las urnas, al advertir de que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca presenta riesgos "reales" de un "shock comercial".
Por su parte, McDonald recordó que los sucesivos Gobiernos de los dos grandes partidos sentaron las bases de grave la crisis financiera de 2010 y de la austeridad que siguió al multimillonario rescate internacional, cuyo impacto, dijo aún padecen hoy no solo los sectores más desfavorecidos, sino también toda la ciudadanía afectada por la escasez de la vivienda y los altos alquileres.
El último sondeo, efectuado para 'The Irish Times' por la firma Ipsos, reveló este lunes que el FG obtiene el 19 % de apoyo, seis puntos menos que hace once días, mientras que el FF de Martin y el SF de McDonald avanzan dos y uno hasta el 21 y el 20 %, respectivamente.
Al tener en cuenta el margen de error, los tres líderes encaran un escenario de igualdad similar al de las elecciones generales de 2020, cuando el SF obtuvo el mayor número de votos, si bien no pudo formar gobierno ante la falta de apoyos en el bando de la izquierda. EFE