Johannesburgo, 26 nov (EFE).- Veinte mineros ilegales más salieron este lunes de una mina abandonada tras pasar semanas bajo tierra en la localidad sudafricana de Stilfontein, lo que eleva a más de 1.200 el número de mineros que han subido a la superficie en esa zona desde el pasado agosto, informaron las autoridades locales.
"El viernes (22 de noviembre) se envió una nota desde el subsuelo diciendo que hay aproximadamente 500 mineros ilegales bajo tierra y que 300 de ellos no están en buenas condiciones de salud. También piden más comida", señaló en un comunicado difundido a última hora del lunes el consejero de Seguridad Comunitaria y Gestión del Transporte del Gobierno de la provincia Noroeste, Wessels Morweng.
"Algunas de las personas que han salido a la superficie han indicado que habían sido retenidos bajo tierra contra su voluntad por otros mineros ilegales altamente armados", detalló Morweng, confirmado lo que reveló la Policía tras hablar con algunos de los mineros este lunes.
Según el relato del consejero, el número de mineros que han salido en diferentes grupos en la última semana desde diversos pozos en Stilfontein asciende a 55.
En total, desde el pasado 18 de agosto, han subido a la superficie al menos 871 mozambiqueños, 343 zimbabuenses, 33 lesotenses, un malauí y solo diez sudafricanos.
El consejero destacó que la información difundida por la Policía según la cual uno de los mineros ilegales mozambiqueños que salieron a la superficie este lunes es un adolescente de catorce años todavía debe confirmarse, ya que el joven en cuestión no contaba con documentación para demostrar su edad.
"Hasta el momento, un cadáver fue subido a la superficie y el proceso patológico está en marcha para verificar la nacionalidad y la hora de su muerte", detalló, al señalar que todos los mineros son llevados ante la fuerzas de seguridad y procesados a través del Ministerio del Interior sudafricano si están indocumentados.
La presencia de hombres armados fue uno de los argumentos que usaron las autoridades cuando comunicaron a mediados de mes que ningún agente de Policía, soldado o funcionario del Gobierno descendería a una mina abandonada porque existía "un alto riesgo de pérdida de vidas", no solo por los gases tóxicos, sino también por las armas.
Entonces, la portavoz de la Policía nacional, Athlenda Mathe, detalló que, desde diciembre, han recuperado más de 369 armas de fuego de gran calibre, más de 10.000 cartuchos de munición, 5 millones de rands sudafricanos en efectivo (cerca de 260.000 euros) y diamantes en bruto por valor de 32 millones de rands (más de 1,6 millones de euros) en sus operaciones para acabar con la minería ilegal en el país.
Los mineros ilegales de Stilfontein permanecen bajo tierra en condiciones precarias desde hace semanas por miedo a ser detenidos si salen, mientras la Policía ha interrumpido los suministros de comida y bebida desde mediados de octubre para forzar su salida.
Estos movimientos se desarrollan en el marco de la operación policial bautizada como Vala Umgodi ('Cerrar la mina', en zulú), puesta en marcha en diciembre de 2023 para atajar la minería ilegal en el país y que ha propiciado la detención de más de 13.690 sospechosos en siete provincias.
Esta práctica abunda en Sudáfrica con mineros conocidos localmente como 'zama-zamas' (expresión coloquial en zulú que significa 'arriesgarse' o 'intentarlo de nuevo'), que trabajan en numerosas explotaciones en desuso y abandonadas, sobre todo en la zona de la ciudad de Johannesburgo y alrededores.
Además de los riesgos que conlleva, la minería ilegal hace mella en la economía sudafricana y supone enormes pérdidas de ingresos tanto para el Gobierno como para la industria minera del país. EFE