Los Ángeles (EE.UU.), 25 nov (EFE).- Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados a cadena perpetua en 1996 por el asesinato de sus padres, tendrán que esperar hasta finales del próximo enero para saber si su petición de obtener una nueva sentencia es aprobada.
Un juez pospuso la audiencia para el 30 de enero de 2025 en una vista ocurrida este lunes en la corte de Van Nuys, en el condado de Los Ángeles, en la que los hermanos comparecieron por audio y varios de sus familiares dieron sus testimonios.
"El juez ha fijado ahora el 30 y el 31 de enero como días para una audiencia plenaria o de Folsom sobre la nueva sentencia", dijo a la prensa uno de los abogados de los hermanos, Mark Geragos.
La sesión de este lunes buscaba valorar la posibilidad de escribir una nueva sentencia para Lyle y Erik que allanase el camino a la libertad tras el hallazgo de pruebas que apuntan a que ambos pudieron haber sido víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre, José Menéndez.
El juez Michael Jesic precisó que necesitaba más tiempo para valorar el caso y que el cambio de fiscal de distrito del condado de Los Ángeles tras las elecciones del pasado 5 de noviembre habían influido en la decisión de prorrogar la vista.
Al juzgado acudieron familiares, periodistas y 16 personas que fueron seleccionadas a través de una lotería en la que alrededor de 70 asistentes se jugaron una entrada con la intención de enterarse del caso y poder ver las caras de Lyle y Erik tras más de tres décadas en prisión.
Los que quedaron fuera, como Nick Bonanno, un compañero de escuela de Erik quien llegó a las 04:00 hora local con la intención de recibir uno de los boletos, esperaban con ilusión que los hermanos obtuvieran una fecha de libertad fijada.
"Es momento de sanar. Siempre he mantenido que son inocentes, me sorprende que esto haya tomado tanto" tiempo, dijo a EFE Bonanno, quien guarda en su cartera una foto del menor de los hermanos.
En la primera comparecencia pública de los hermanos en 28 años, los asistentes iban a poder ver los rostros de Lyle y Erik, de 53 y 56 años respectivamente, pero la videoconferencia que lo iba a hacer posible no se pudo realizar, aunque sí pudieron escuchar sus voces.
La vista también contó con los testimonios de Terry Baralt, hermana mayor de José Menéndez; y Joan Vandermolen, hermana mayor de la madre, Kitty Menéndez, a quien el juez Jesic consideró como testigos.
Las mociones presentadas antes de la nueva vista serán recibidas hasta el 17 de enero, y se prevé que la audiencia pactada para el 30 de enero se extienda hasta el 31.
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por su padre.
Después de 35 años de prisión, los hermanos recobraron la atención pública debido a la exitosa serie de Netflix 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez', a la que se sumó un documental y el revuelo de una nueva generación que mira con otros ojos a los que antes fueron vistos como asesinos despiadados.
Mónica Rubalcava
Los Ángeles (EFE).- Un juez de California retrasó este lunes para finales de enero de 2025 la audiencia de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados en 1996 por el asesinato a sus padres, con el fin de considerar una nueva sentencia en el caso.
"El juez ha fijado ahora el 30 y el 31 de enero como días para una audiencia plenaria o de Folsom sobre la nueva sentencia", dijo a la prensa uno de los abogados de los hermanos, Mark Geragos, a la salida del Palacio de Justicia de Van Nuys, en el distrito de Los Ángeles.
La sesión de este lunes buscaba allanar el camino para cambiar las condenas y sentencias de prisión por el asesinato en 1989 tras existir pruebas recientemente descubiertas de que ambos fueron víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre.
La decisión de revisarlas a finales de enero y no el 11 de diciembre, tal y como estaba pactado, se debe a que el juez Michael Jesic precisa de más tiempo para valorar el caso.
El relevo del fiscal general del condado de Los Ángeles, puesto que hasta las elecciones del 5 de noviembre ocupó el progresista George Gascón, también influyó en el aplazamiento.
Aunque en un principio los hermanos Menéndez iban a comparecer por videollamada, en la que los presentes podrían verles el rostro, se tuvo que cambiar a una intervención por audio debido a problemas técnicos de comunicación.
En la vista, Jesic concedió la petición del equipo legal de los Menéndez de escuchar el testimonio de Terry Baralt, hermana mayor del padre de los hermanos, y Joan Vandermolen, hermana mayor de la madre.
"Me gustaría verlos ir a casa. Han pasado 35 años. Es suficiente", dijo Baralt, de 85 años.
Por su parte, Vandermolen leyó un comunicado a nombre toda su familia, que excluía a uno de sus hermanos, en el que pedían al juez la liberación de sus sobrinos.
"Ningún niño debería vivir con el miedo de que su padre lo viole, y me rompe el corazón que mi hermana lo supiera y no hiciera nada al respecto", agregó.
Las mociones presentadas antes de la nueva vista serán recibidas hasta el 17 de enero, y se prevé que la audiencia pactada para el 30 de enero se extienda hasta el 31.
La de este lunes fue la primera audiencia en casi tres décadas y la popularidad del caso tras el éxito de la serie sobre el acontecimiento ocurrido en 1989 generó que la corte anunciara días antes que habría 16 asientos disponibles para el público interesado en presenciarla y que estos serían sorteados por medio de una lotería.
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por su padre.
Después de 35 años de prisión, los hermanos recobraron la atención pública debido a la exitosa serie de Netflix 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez', a la que se sumó un documental y el revuelo de una nueva generación que mira con otros ojos a los que antes fueron vistos como asesinos despiadados.
Los Ángeles (EE.UU.) 25 nov (EFE).- Bryan Freedman, uno de los abogados de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, espera que la audiencia de este lunes, que podría allanar el camino hacia su libertad, sea el "inicio de un buen proceso con buenos resultados".
La sesión abordará la petición de 2023 de los hermanos de un recurso de hábeas corpus, que afirma que sus condenas y sentencias de prisión por el asesinato en 1989 de sus padres, José y Kitty Menéndez, son inconstitucionales tras existir pruebas recientemente descubiertas de que ambos fueron víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre.
"Esperamos que sea un buen día", dijo el letrado a miembros de la prensa antes de entrar a la corte de Van Nuys en Los Ángeles, en la que se espera que comparezcan de forma virtual Erik y Lyle Menéndez, sentenciados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La popularidad del caso tras el éxito de una serie sobre lo sucedido generó que el tribunal anunciara días antes que este lunes habría 16 asientos disponibles para el público interesado en presenciar la primera audiencia en casi tres décadas y que estos serían sorteados por medio de una lotería.
Entre los más entusiastas estaba Nick Bonanno, un compañero de escuela de Erik quien llegó a las 04:00 hora local con la intención de recibir uno de los boletos.
"Fui a la escuela con Erik. Es más una situación personal, conozco a su tía Marta. Para mí era una situación más de apoyo, aunque no quede seleccionado", expresó a EFE antes de saber que no había tenido suerte.
El hombre, quien asegura que Erik era un joven "talentoso que iluminaba el cuarto con su sonrisa", espera que este lunes se lleve a cabo el papeleo adecuado y que se dicte una fecha para que sean liberados.
"Es momento de sanar. Siempre he mantenido que son inocentes, me sorprende que esto haya tomado tanto" tiempo, ahondó Bonanno, quien guarda en su cartera una foto del menor de los hermanos.
Por su parte, Elena Gordon, que consiguió una entrada, llegó alrededor de las 07:20 hora local motivada por "presenciar parte de la historia local sobre un caso relacionado a un crimen tristemente famoso".
Gordon, que tenía 11 años cuando los hermanos afrontaron el primer juicio televisado en vivo a través de Court TV, espera que tengan la oportunidad de tener una sentencia más justa.
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por su padre.
Inicialmente, Erik y Lyle afirmaron a la Policía que encontraron los cuerpos sin vida de sus padres tras haber pasado la tarde fuera de casa, pero levantaron sospechas cuando comenzaron una vida de excesos tras acceder a la fortuna de su padre.
Después de 35 años de prisión, los hermanos recobraron la atención pública debido a la exitosa serie de Netflix 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez', a la que se sumó un documental y el revuelo de una nueva generación que mira con otros ojos a los que antes fueron vistos como asesinos despiadados.