Bruselas, 26 nov (EFE).- La patronal europea del sector eléctrico, Eurelectric, propuso hoy que las empresas sustituyan sus flotas de vehículos por coches eléctricos y que empleen drones para algunas de las tareas que realizan helicópteros para reducir emisiones de CO2 y limitar la huella de carbono de las empresas.
Son algunas de las recomendaciones que Eurelectric ha difundido en un informe que busca fórmulas para que los distribuidores de electricidad puedan limitar sus emisiones de dióxido de carbono y ayudar a las empresas a hacer lo propio, en línea con los objetivos climáticos de la Unión Europea y con la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad, que empezará a aplicarse en 2025.
La patronal señala que en las tres últimas décadas la demanda de energía de la UE ha aumentado en 500 teravatios-hora (TWh), lo que equivale a añadir otro país como Francia al consumo, y que en los próximos 30 años este aumento "probablemente será cuatro veces mayor, sumando 2.000 TWh de demanda, o alrededor de dos tercios de toda la demanda de electricidad de la UE en la actualidad".
Esto implica que los operadores deberán entregar más electricidad al tiempo que los consumidores reducen su huella de carbono en sus operaciones diarias.
Y entre las recomendaciones de Eurelectric, la patronal destaca las ventajas de descarbonizar la flota de vehículos mediante el uso de coches eléctricos y también "reemplazando algunas tareas de helicópteros por drones".
Las grandes empresas comunitarias de generación y suministro eléctrico también creen que podrían limitarse las pérdidas de energía en la distribución, para lo que promueven que se adquieran "activos de red eficientes" o que se aumenten "los niveles de voltaje hasta el límite físico", además de comprar electricidad limpia y no aquella generada con combustibles fósiles.
Por último, destacan que la mayoría de las emisiones de la distribución eléctrica emanan de "la producción y entrega de bienes y servicios comprados y utilizados en las operaciones", lo que incluye "la fabricación, el transporte y la instalación de los componentes de infraestructura de la red, cualquier servicio subcontratado para la construcción y el mantenimiento, los desechos generados por los activos obsoletos y los viajes de negocios".
Mitigar ese impacto sería posible si los operadores pudieran optar por "activos sostenibles al expandir la infraestructura y planificar proactivamente para reducir las emisiones a largo plazo".
Las inversiones "anticipatorias en la red" pueden "mitigar futuros impactos ambientales y costos operativos, mejorando la sostenibilidad de la red al considerar las futuras demandas energéticas y los avances tecnológicos. Además, mediante la renovación, reutilización y reciclaje en la mayor medida posible, se evita la adquisición de material adicional", sostiene Eurelectric.
"Los objetivos climáticos establecidos para 2030, 2040 y 2050 deben seguir siendo una prioridad. La regulación debe incentivar la adquisición de activos sostenibles cuando sea posible, priorizando los beneficios ambientales y sociales a largo plazo, junto con la eficiencia de costos para el cliente", agrega la patronal.
Entre otros puntos, Eurelectric subraya que toda iniciativa sostenible debe "incluir un enfoque de ciclo de vida que involucre toda la cadena de valor, minimizando la demanda de materias primas, promoviendo el uso óptimo de los activos existentes en lugar de un desmantelamiento prematuro y contribuyendo a una economía circular".