Washington, 25 nov (EFE).- Después de ganar las elecciones del pasado 5 de noviembre, Donald Trump sigue acumulando victorias. La decisión del fiscal especial Jack Smith de desestimar este lunes el caso del asalto al Capitolio y el de los documentos clasificados acerca al futuro presidente a salir indemne, pese a ser el primer líder de Estados Unidos condenado penalmente.
Consciente de la norma que impide al Departamento de Justicia proceder con acusaciones penales contra un mandatario en ejercicio, a Smith no le quedó otra que presentar dos escritos judiciales para solicitar que los casos se desestimen, antes de la toma de posesión del 20 de enero.
Todo ello después de que el pasado viernes el juez Juan Merchan de Nueva York decidiera posponer sin fecha la sentencia contra Trump por el único caso por el que había sido condenado, la falsificación de registros comerciales por los pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels.
El 24 de agosto de 2023, tras ser acusado en el estado de Georgia de crimen organizado, entre otros delitos, la foto policial de Trump tras entregarse a las autoridades se convertía en una instantánea para la historia, la del único expresidente procesado.
Aquel entonces hubo muchos que imaginaron -o desearon- ver a Trump entre rejas por alguna de las cuatro acusaciones penales en su contra. Una imagen hoy inviable tras su contundente victoria contra Kamala Harris, que acerca al republicano a salir indemne de todos ellos.
En noviembre de 2022, el fiscal general, Merrick Garland, convertía a Smith en el cazador de Trump tras nombrarlo fiscal especial independiente, responsable de supervisar dos investigaciones penales del Departamento de Justicia: la de su papel en el asalto al Capitolio y la del presunto mal manejo de documentos clasificados.
Trump acababa de anunciar que aspiraría a la presidencia de Estados Unidos y desde entonces basó la defensa pública de todos sus casos en venderse como una víctima de una presunta caza de brujas en su contra por parte del Gobierno de Joe Biden.
Así, lejos de dañar su imagen, cada una de sus presentaciones en los juzgados acabó convirtiéndose en un acto más de campaña. De hecho, frecuentemente comentaba que en su primer día como presidente despediría a Smith y ordenaría al Departamento de Justicia cerrar los casos en su contra.
No ha hecho falta, pues Smith ha tirado antes la toalla, tanto en Washington DC como en Florida. Trump saldrá con toda probabilidad indemne de haber instigado a la violencia el 6 de enero de 2021, cuando una turba de manifestantes asaltaron el Congreso dejando cinco muertos, decenas de heridos y una inolvidable imagen, la del Capitolio invadido.
Y tampoco pagará condena por haber guardado indebidamente -incluso en uno de los baños de su mansión- documentos clasificados en su ya famoso club de Mar-a-Lago (Florida).
En su juicio en la Gran Manzana por la falsificación de registros comerciales, el juez decidió el viernes posponer sin fecha la sentencia, lo que hace plantear varios escenarios: que acabe por desestimar el caso, que rebaje su sentencia -se enfrenta a hasta cuatro años de prisión- o que la retrase hasta después de su nuevo mandato.
El del pago irregular a la actriz porno Stormy Daniels para tapar un affaire que tuvo con ella, el único caso por el que había sido condenado, está por tanto a un paso de ser sobreseído. El juez anunció la sentencia en mayo y entonces Trump se convirtió en el primer expresidente hallado culpable.
Mientras, el caso de interferencia electoral en Georgia también está en el aire, a la espera de ver si la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, otra de las cazadoras más obstinadas de Trump, queda descalificada tras descubrirse que mantenía un idilio con el fiscal especial Nathan Wade.
Según fuentes cercanas al caso citadas por medios estadounidenses, es improbable que un magistrado estatal permita que el caso se lleve a juicio una vez que Trump sea presidente.
A todo esto se suma el hecho de que el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, le concedió en julio la inmunidad parcial por los delitos que pudo haber cometido mientras ostentaba el cargo de presidente, una decisión que también había dado un impulso a que el futuro mandatario saliera indemne en la mayoría de los casos. EFE
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