La Paz, 25 nov (EFE).- Bomberos de la Policía de Bolivia rescataron la madrugada de este lunes el cuerpo sin vida de una niña de cinco años que estaba desaparecida tras la riada con lodo que afectó a la zona de Bajo Llojeta, en La Paz, después de una fuerte lluvia el fin de semana.
“Hemos podido recuperar ya el cuerpo de la menor, lo hemos entregado a su familia, hemos elevado una oración también para que su alma descanse en paz y sus familiares también estén en sosiego”, informó a los medios el director de la unidad de Bomberos de la Policía, Pavel Tobar.
La búsqueda de la niña duró más de 7 horas debido a la dificultad de ingresar a la vivienda donde quedó atrapada por el lodo, informaron los bomberos.
La niña y su familia estaban de visita el sábado en la casa de sus familiares, ubicada en Bajo Llojeta, donde horas más tarde llegó el lodo con escombros y piedras; los adultos lograron salir a la superficie, pero la menor, no.
Una intensa lluvia registrada la tarde y noche del sábado provocó la crecida del río Pasajahuira que después se convirtió en una riada con lodo que llegó de golpe a dos urbanizaciones de Bajo Llojeta, dejando al menos 40 viviendas afectadas y más de 10 personas heridas.
Un reporte de la Alcaldía de La Paz indica que hay 35 personas evacuadas que se encuentran en un albergue instalado cerca de la zona.
El alcalde de La Paz, Iván Arias, informó que la riada se generó "por movimientos ilegales de tierra" que una empresa realiza desde hace varios meses para ampliar un cementerio situado en la parte superior de la zona afectada.
Arias anunció que iniciaría un proceso penal en contra de los empresarios que son los responsables de los movimientos de tierra.
La riada con lodo llegó a cubrir por completo las viviendas afectadas e incluso llegó hasta dos avenidas importantes que conectan el centro con la zona sur de La Paz, hecho que mantiene cerradas ambas vías.
El presidente de Bolivia,, Luis Arce, anunció una investigación para encontrar las causas del hecho y establecer sanciones para los responsables. EFE