Cristina Bazán
Guayaquil (Ecuador), 25 nov (EFE).- La ministra de la Mujer y Derechos Humanos de Ecuador, Arianna Tanca, aseguró que, durante el "conflicto armado interno" declarado por el presidente Daniel Noboa para luchar contra las bandas delictivas, los cuerpos de las mujeres se han vuelto un "botín de guerra", por lo que es "urgente" empezar a poner foco en la relación entre la violencia machista y el crimen organizado.
"En este contexto de inseguridad las mujeres tenemos una vulnerabilidad extra", explicó Tanca en una entrevista con EFE por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemora este 25 de noviembre.
"Los cuerpos de las mujeres se vuelven un botín de guerra en este contexto de conflicto armado interno, se sexualizan y muchas veces sus agresores están ligados al narcotráfico", agregó la ministra.
Esta situación, comentó, también "supone un esfuerzo adicional" para su cartera de Estado, pues han recibido alertas de funcionarias que trabajan en territorio y en casas de acogida de víctimas que "tienen miedo a llevar adelante estos casos porque los agresores están vinculados al crimen organizado".
"Esto nos abre el paraguas a nuevas realidades, a replantearnos nuevas formas de proteger a las mujeres y a quienes que están atendiendo estas denuncias", mencionó.
En 2023, al que denominó como "el año más violento para la mujer ecuatoriana", las cifras de feminicidio ya alertaban de este fenómeno, agregó Tanca, pues "la mayoría de los casos estaban ligados al crimen transnacional y a la operación de los grupos de delincuencia organizada".
Según la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea), de los 321 feminicidios que registró en 2023 Ecuador, 172 se perpetraron en contextos relacionados al crimen organizado. En lo que va de 2024, al menos 88 de las 215 muertes violentas de mujeres están vinculadas a la pugna entre bandas delictivas.
La ministra señaló que en este 2024 Ecuador registra una reducción en los feminicidios, pero que "esto no significa que sea una reducción en la violencia hacia las mujeres".
Un ejemplo de ello, dijo, es que se han "cuadruplicado" las cifras de atención a víctimas. "En el 2023, el Ministerio tuvo 11.000 atenciones y este año tenemos 53.000. Esto es un reflejo de la violencia que sufre la mujer ecuatoriana, pero también de la presencia que tenemos en territorio y del trabajo en prevención", mencionó.
También afirmó que las normas y mecanismos de protección que tiene Ecuador, donde siete de cada diez mujeres han sufrido violencia, son "de los más avanzados de la región". Sin embargo, el desafío es que eso se materialice y llegue a las mujeres.
Enfatizó en que es algo en lo que están trabajando, empezando por el fortalecimiento institucional del Ministerio, que luego de dos años de creación sigue teniendo la estructura de la antigua Secretaría de Derechos Humanos.
"Eso también ha sido una restricción para tener más presupuesto", admitió. En diciembre este cambio podría ser una realidad, según adelantó.
Tanca también se refirió a las recomendaciones que el Comité de Derechos de la ONU hizo recientemente a Ecuador, entre las que están el acceso al aborto y la protección de la violencia a las mujeres políticas.
"El objetivo es implementarlas poco a poco", dijo la ministra, quien aclaró que en el tema del aborto las competencias recaen en la Corte Constitucional y el Ministerio de Salud.
"Pero como somos el ente rector del Sistema para Prevenir y Erradicar la Violencia, y sabemos que la violencia sexual y que las maternidades no deseadas son una violencia, estaremos a las órdenes para dar los insumos necesarios para que se puedan tomar las mejores decisiones", mencionó.
Con respecto a las políticas, adelantó que pronto se abrirá una "escuela de candidatas", un proyecto que buscar promover su participación política.
Tanca señaló que es importante tener claro que esta violencia está "estrictamente relacionada" a los estereotipos de género, lo que no se debe confundir con el escrutinio que se hace a los funcionarios, un debate que está muy presente en Ecuador tras la denuncia por violencia política de género que hizo la vicepresidenta Verónica Abad, ahora suspendida de su cargo, contra Noboa.
"Cualquier denuncia de violencia política de género tiene que ir al Tribunal Contencioso Electoral que tiene los jueces especializados para determinar si es o no es y qué sanción cabe, yo no tengo esa capacidad. Yo tengo la capacidad de dar el acompañamiento y aquí estamos para todas las mujeres que lo requieran", zanjó. EFE
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