El primer ministro Marcel Ciolacu se queda fuera de la segunda ronda de las presidenciales de Rumanía

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El primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, se ha quedado fuera de la segunda vuelta de la presidenciales previstas para el 8 de diciembre, después una reñida disputa con la conservadora Elena Lasoni, que se ha dirimido por apenas unos votos.

El candidato independiente de extrema derecha Calin Georgescu ha dado la sorpresa al asegurarse la continuidad en la segunda ronda de las elecciones presidenciales rumanas, acumulando algo más de dos millones de votos, lo que supone cerca del 23 por ciento, con más del 99 por ciento escrutado.

Georgescu se ha impuesto en esta primera mano ante la sorpresa de todos, después de que las encuestas apenas le hayan tenido en cuenta. El veterano político, que ya ocupó diferentes carteras en gobiernos anteriores, es conocido por su oposición a la Unión Europea y la OTAN, así como por su revisionismo del fascismo rumano.

Georgescu, que ha desarrollado su campaña principalmente a través de redes sociales, ha sido también el elegido mayoritariamente por la diáspora rumana, con el 43 por ciento de los votos, según las autoridades electorales.

Su rival en la segunda vuelta será la candidata conservadora Elena Lasoni, quien se ha impuesto al primer ministro rumano Marcel Ciolacu por un estrecho margen. "Prometo que lo daré todo para estar a la altura de sus expectativas", ha dicho ella tras hacerse oficial que estará en las papeletas del 8 de diciembre.

Lasoni, de Unión para Salvar a Rumanía (USR), ha obtenido, según las autoridades electorales, una ventaja de unos 1.500 votos con respecto al socialdemócrata Ciolacu, a quien han pedido que reconozca ya su derrota. El primer ministro ha logrado unos pobres resultados en el voto exterior, con apenas el 2,8 por ciento.

Con el 99,95 por ciento de las actas escrutadas, apenas unos votos separan a Lasoni de Ciolacu. La primera ha logrado 1.770.629 votos --19,17 por ciento--, mientras que el socialdemócrata se queda con 1.769.168 votos --19,15 por ciento--.

La participación en todo el país y en la diáspora rumana ha sido del 52,5 por ciento, ligeramente por encima del 51,2 por ciento que votó en las anteriores elecciones presidenciales de 2019.

Según los analistas de la cadena rumana Antena24, la candidatura de Georgescu se ha visto alimentada por un fuerte descontento con la política tradicional. Su mensaje, rotundo en temas de soberanía y defensa de los intereses nacionales resonó en una parte significativa del electorado rumano.

Rumanía, cabe recordar, atraviesa un momento crucial, ya que enfrenta desafíos económicos y sociales, mientras que el presidente electo deberá gestionar un contexto geopolítico cada vez más tenso en Europa del Este, marcado por la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con Moscú.

Menos nítida es la presunta conexión de Georgescu con Rusia, aunque el ingeniero de 62 años siempre ha sido representado de manera positiva por los medios de comunicación afines al Kremlin. El candidato llegó a declarar en abril que "la sabiduría de Rusia brinda a Rumanía una oportunidad porque, en este momento, Rumanía no está preparada para nada, ni diplomática ni estratégicamente".

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