Estrasburgo (Francia), 25 nov (EFE).- El Parlamento Europeo se iluminó este lunes de color naranja para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una causa que unió de manera casi unánime a los grupos políticos durante un debate donde se homenajeó entre otras a Gisèle Pelicot o a Giulia Cecchettin, cuyo asesinato en 2023 conmocionó a Italia.
"El 'sólo sí es sí' debe quedar claro y consagrado en la ley. Las horribles experiencias de Gisèle Pelicot deben ser un punto de no retorno a la hora de reconocer la necesidad de una legislación sobre la violación que se base en el consentimiento, en Francia y en la UE. Necesitamos una 'ley Gisèle Pelicot'", pidió la socialdemócrata sueca Evin Incir.
Pelicot, a quien su marido sedó durante años para que otros hombres la violaran, también estuvo presente en las palabras de la líder del grupo liberal, Valérie Hayer, que mentó su reclamo de que la vergüenza "cambie de bando" e insistió en que el consentimiento debe ser "libre, claro, entusiasta y retractable".
"Pienso en nuestras madres, abuelas, hermanas e hijas, aquellas que no se han quejado y aquellas por quienes no se ha hecho justicia. La definición de la violación en Europa debe incluir el consentimiento. Es una lucha de toda la sociedad, no de géneros", subrayó.
En su primera ley de violencia machista, aprobada meses antes de las últimas elecciones, la Unión Europea no logró incluir la definición del delito de violación basada en la ausencia de consentimiento; la insistencia casi unánime de todo el arco parlamentario no logró sortear el bloqueo de Francia y Alemania pese a sus jefes de Gobierno liberal y socialdemócrata respectivamente.
Entre los eurodiputados que participaron en el debate este lunes, una mayoría mujeres, muchos confiaron que la revisión de esta norma, que debería emprenderse durante esta legislatura, permita ampliar la definición e igualarla a la que se aplica en países como España.
Desde el Partido Popular Europeo, la griega Eleonora Meleti lamentó que las mujeres que sufren violencia de género sólo escuchen críticas sobre por qué no cortaron la relación con sus parejas abusivas o advertencias de que "romperán a su familia" si dejan a sus maltratadores.
"Estamos acostumbrados a ver a Europa responder a las crisis rápido y de forma unida. ¿No es una crisis la violencia machista?", se preguntó la popular griega.
También la ultraconservadora italiana Antonella Sberna pidió "romper el silencio" en torno a la violencia machista "con acción y determinación" y subrayó que la dignidad de las mujeres "no es negociable". "No hay tradición, religión o ideología que justifique un solo acto de violencia", incidió.
Desde los Patriotas por Europa, Margarita de la Pisa (Vox) aseguró que "la ideología de género no es eficaz para reducir las agresiones" y criticó que la ley española contra la violencia de género sólo sirve, dijo, para "poner a las mujeres en contra de los hombres" pero no para reducir el número de víctimas.
Desde 2003, año en el que comenzaron a contabilizarse en las estadísticas oficiales las víctimas mortales de violencia machista, España acumula 1.285 fallecimientos por esta causa. El umbral de las 60 mujeres muertas al año no se ha superado desde el año 2011, mientras que entre 2003 y 2011 sólo hubo dos años con el número de asesinatos por debajo de esa cifra.
Desde el segundo grupo de ultraderecha, la Europa de las Naciones Soberanas, la eurodiputada de Alternativa por Alemania Irmhild Bossdorf cargó contra los refugiados y pidió una "remigración" para "abordar las verdaderas causas" de la violencia machista.
Por parte de los Verdes, la italiana Melissa Camara rechazó la "agenda xenófoba" de la extrema derecha y afirmó que la violencia masculina "es omnipresente en todos los estratos sociales", mientras que la francesa Manon Aubry (La Izquierda) lamentó que la violación sea "el único crimen en el que el perpetrador se siente inocente y la víctima se siente culpable". EFE