Las Palmas de Gran Canaria (España), 25 nov (EFE).- El actor senegalés Thimbo Samb, protagonista del documental 'Los cayucos de Kayar', subraya que sus compatriotas no van a España en barcazas, con las que se juegan la vida, "para delinquir, sino para intentar levantar el país", en alusión a los inmigrantes que llegan de manera irregular desde el continente africano.
En declaraciones a la prensa, el activista contó que llegó, tras cuatro intentos, en una de esas embarcaciones precarias a la isla atlántica española de Tenerife hace ocho años, y se formó luego en la escuela de actores Fundación Shakespeare.
Ahora se dedica al cine y confía en que su trabajo, "que cuenta su historia y la de cualquier inmigrante que llega aquí y la de los que salen alguna vez de su pueblo y vuelven", consiga una nominación a los premios Goya del cine español.
"Ojalá que la gente lo vea, disfrute conmigo de este viaje, conozca mi pueblo y mi familia y a mi querido Senegal", dijo sobre el documental, que se presenta hoy en Casa África de Madrid, en el II seminario Migratlantes.
El consejo que Thimbo da a los jóvenes es "que se formen para que puedan tener oportunidades aquí", en España.
El actor se dirige a los españoles y les garantiza que los migrantes procedentes de África "vienen aquí a trabajar e intentar levantar el país, no cogen estos cayucos para delinquir".
"Y si venimos es por el saqueo de los recursos que tenemos que hacen los gobiernos de Occidente y los gobiernos corruptos que tenemos en África", argumentó.
A Thimbo Samb le "encantaría estar en casa con sus amigos y venir a España para hacer el Camino de Santiago", el peregrinaje a la tumba del apóstol Santiago, en la ciudad española de Santiago de Compostela (noroeste), una ruta religiosa y cultural de renombre mundial.
"Pero no podemos porque no nos facilitan los visados, el viaje en cayuco es muchísimo más caro que el avión, venimos de la manera en que estamos viniendo porque no nos dan visados", aseguró.
La islas españolas de Canarias, en le océano atlántico, sufren una fuerte presión migratoria desde el continente africano.
Este año ya se ha batido el récord de 40.000 entradas irregulares de 2023, y los cayucos, esas barcazas precarias, no dejan de llegar.
La pobreza, la sequía, las enfermedades, las guerras y otros conflictos empujan a miles de personas a jugarse la vida en el mar en busca de una vida mejor en Europa.
La emergencia migratoria se ha desplazado a las Canarias desde Lampedusa (sur de Italia), donde las llegadas se han ralentizado gracias a la colaboración con varios países del norte de África, según el Gobierno italiano.
Ello ha sido posible "gracias a la cooperación internacional con Túnez, Libia y Egipto. Mientras el año pasado la emergencia estaba en Lampedusa, hoy está en Canarias, en España", aseguró hace unos meses el subsecretario italiano del Interior, Nicola Moteni, en una entrevista con el diario La Stampa. EFE