Los suizos rechazan en referéndum dos reformas en el mercado del alquiler de viviendas

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Ginebra, 24 nov (EFE).- Los ciudadanos suizos rechazaron este domingo en referéndum, aunque por escaso margen, dos reformas legales que buscaban aumentar las prerrogativas de alquiler a los propietarios, pero que según los opositores a estas modificaciones iban a reducir la protección de los inquilinos.

En la primera de estas consultas, y con el escrutinio completado todos los cantones del país, un 51,5 % de los votantes dijo "no" a una reforma propuesta por el Gobierno que pretendía obligar a los inquilinos a obtener una autorización expresa del arrendador para poder subalquilar parte de la propiedad (por ejemplo, una habitación).

El segundo referéndum relacionado con el mercado de vivienda rechazó con un 53,8 % de los votos escrutados otra reforma gubernamental que facilitaba a los propietarios la rescisión de un contrato de alquiler si alegaban necesidad propia.

El Gobierno había recomendado votar "sí" en ambas consultas, en el primer caso porque aseguraba que la evolución del mercado del alquiler y la eclosión de las plataformas en línea en el sector habían aumentado los abusos, y en el segundo por defender el derecho de los arrendadores a usar su propiedad lo antes posible.

Sin embargo, los ciudadanos suizos, especialmente en grandes ciudades como Zúrich, Basilea o Ginebra, optaron por rechazar las iniciativas federales, que grupos de protección de los inquilinos habían logrado someter a referéndum al conseguir las más de 100.000 firmas necesarias para ello.

En el tercero de los cuatro referendos federales que los suizos votaron este domingo, la ciudadanía también se manifestó en contra (52,7 % de "noes") de los proyectos de mejora de algunas de las principales carreteras del país, en los que el Gobierno presupuestaba un gasto de 4.900 millones de francos (5.200 millones de euros).

Las obras rechazadas incluían más carriles en la autopista A1, principal del país, en tramos como el que enlaza Ginebra con el resto del territorio nacional, o en las cercanías de Berna, la capital nacional.

Los opositores al proyecto defendían que el coste de las obras era excesivo, y que la ampliación de carreteras no haría sino aumentar los embotellamientos y las emisiones de dióxido de carbono, principal gas causante del cambio climático.

Por contra, los suizos votaron a favor (53,3 % de "síes") de modificar una ley federal sobre la financiación de la sanidad nacional, por lo que las prestaciones serán ahora sufragadas de forma compartida por los seguros sociales que pagan los ciudadanos y los gobiernos cantonales.

Hasta ahora el seguro social que han de pagar todos los suizos a empresas privadas de salud (la sanidad en el país es privada pero obligatoria) se hacía cargo de todos los gastos en tratamientos ambulatorios, mientras que en los hospitalarios, a domicilio o en centros para personas dependientes se pagaba aproximadamente la mitad entre seguro y autoridades locales.

La nueva reforma ampliará este pago compartido a todos los tratamientos, aunque con un porcentaje diferente (en torno al 25 % para el gobierno local y del 75 % para los seguros), algo que según las autoridades reducirá las hospitalizaciones innecesarias y dará paso a un sector sanitario más guiado por prioridades médicas que económicas. EFE

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