El mayor partido opositor de Taiwán reivindica raíces chinas y rechazo a “independencia”

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Taipéi, 24 nov (EFE).- El Kuomintang (KMT), el principal partido de la oposición taiwanesa, reivindicó este domingo sus raíces chinas y reafirmó su rechazo a la “independencia” de la isla, gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por Pekín como una “provincia rebelde”.

Durante el Congreso Nacional del partido, que coincidió con el 130 aniversario de su fundación, el presidente del KMT, Eric Chu, subrayó el compromiso de la formación azul con la defensa de la República de China (nombre oficial de Taiwán) y con el mantenimiento de la “democracia” y la “libertad”.

En un discurso recogido por la agencia estatal de noticias CNA, Chu insistió en que la República de China tiene su "raíz" y su "fundamento" en la nación y la cultura chinas, e instó a prevenir que las “fuerzas independentistas de Taiwán dañen o destruyan a la República de China”.

Chu, ex vice primer ministro (2009-2010) y exalcalde de Nuevo Taipéi (2010-2018), también enfatizó que el KMT continuará profundizando el “desarrollo democrático” de Taiwán y luchará contra lo que definió como la “hegemonía verde”, en referencia a los colores distintivos del Partido Democrático Progresista (PDP), en el poder desde 2016.

El Congreso del KMT, organizado en el Centro de Convenciones y Exposiciones de Taoyuan (norte), contó con la presencia de los principales pesos pesados del partido, entre ellos el expresidente taiwanés Ma Ying-jeou (2008-2016), quien reiteró sus críticas contra el actual mandatario, el soberanista William Lai, por promover la denominada “teoría de los dos Estados”, que definió como “innecesaria, inviable y poco realista”.

El exmandatario isleño, protagonista durante su mandato del mayor acercamiento entre Taipéi y Pekín desde el final de la guerra civil china en 1949, llamó al KMT a adherirse al “Consenso de 1992”, un supuesto acuerdo tácito entre el KMT y el Partido Comunista chino que reconocía la existencia de “una sola China” en el mundo, aunque ambas partes discrepaban sobre el significado de ese término.

Tras perder la guerra civil china contra los comunistas de Mao Zedong, el entonces líder del KMT, Chiang Kai-shek, se replegó a Taiwán y gobernó este territorio desde 1949 hasta su muerte en 1975, imponiendo una ley marcial que suprimió derechos y libertades, prohibió la conformación de partidos políticos y castigó cualquier tipo de disidencia.

Su hijo, Chiang Ching-kuo, tomó las riendas del poder en 1978 y promovió poco a poco el aperturismo político en la isla, que terminó por consagrarse con el levantamiento de la ley marcial en 1987 y la convocatoria de elecciones por voto directo en 1996.

Actualmente, la formación azul afronta un futuro incierto en el panorama político de la isla: aunque todavía ostenta un importante poder legislativo y local, el KMT ha perdido las tres últimas elecciones presidenciales de Taiwán, quedándose muy lejos del gobernante Partido Democrático Progresista.

Según los expertos, su defensa del acervo cultural chino está relacionada con esa pérdida de apoyo electoral: un 64,3 % de los habitantes de la isla se identifica únicamente como “taiwanés” y sólo un 30,4 % como “taiwanés y chino”, de acuerdo a la última encuesta de la Universidad Nacional de Chengchi. EFE

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