El Ejército expulsa a los paramilitares de una importante ciudad en el este de Sudán

Jartum, 23 nov (EFE).- El Ejército de Sudán expulsó este sábado al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de la ciudad de Sinja, capital del estado de Sennar, en el sureste del país, que desde el pasado mes de junio estaba bajo el control de los insurgentes.

En un mensaje en sus redes sociales, el Ejército sudanés afirmó que "limpiaron el total del territorio de la patria de la milicia terrorista de las FAR"; anuncio que publicaron acompañado de vídeos compartidos por oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas que confirmaban su dominio sobre la localidad.

Fuentes militares dijeron a EFE que el Ejército "controló los accesos de entrada y salida de Sinja después de batallas feroces contra las FAR, que utilizaron drones y artillería".

Agregó, además, que avanzaron hacia zonas al este de la ciudad en dirección a Al Dali, Al Mazmum y Abu Heyar para recuperarlas.

Hasta el momento, los paramilitares no se han pronunciado al respecto, si bien tampoco es la primera expulsión que sufren de uno de los territorios conquistados en la región, ya que a finales de octubre el Ejército los expulsó de la ciudad vecina de Al Dandar, también en el estado de Sennar.

Anteriormente, en septiembre, el Ejército regular tomó el control de Ruru y Jagalni, dos zonas de la región de Nilo Azul, en el sureste del país, y expulsó a los remanentes de las FAR tras intensos enfrentamientos.

No obstante, los paramilitares siguen presentes en los pueblos del oeste de Al Dandar, Karkoch, Al Dali y Al Mazmum, adyacentes a Sudan del Sur.

La guerra estalló el 15 de abril de 2023 por el desacuerdo entre el Ejército y las FAR respecto a la inclusión de los paramilitares en el poder surgido tras el golpe de Estado de 2021, que acabó con el intento de democratización del país tras el derrocamiento en 2019 del expresidente Omar al Bashir.

Desde el estallido del conflicto, decenas de miles de personas han muerto y más de 11 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares, lo que ha convertido a Sudán en el escenario de la peor crisis de desplazados del planeta, según la ONU.

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