Rumanía elige presidente marcada por el apoyo a Ucrania y el avance de la ultraderecha

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Marcelo Nagy

Budapest, 22 nov (EFE).- Rumanía, uno de los países más pobres de la Unión Europea, elige este domingo a su nuevo jefe de Estado con el debate político marcado por la guerra en la vecina Ucrania, el debate sobre si mantener el apoyo militar a este país y el avance de la ultraderecha nacionalista.

 Según los sondeos, el primer ministro saliente, el socialdemócrata Marcel Ciolacu, parte como favorito para sustituir al liberal Klaus Iohannis en el más alto cargo de este país de 19 millones de habitantes, miembro de la Unión Europea (UE) y de la OTAN que comparte con Ucrania el Mar Negro y unos 600 kilómetros de frontera terrestre.

Dado que no se espera que ninguno de los 14 candidatos logre la mayoría absoluta necesaria para su nombramiento en primera vuelta, los dos más votados este domingo irán a una definitiva ronda el 8 de diciembre.

Entre esas dos citas, los rumanos están llamados a elegir nuevo Parlamento y Gobierno el 1 de diciembre, con lo cual las urnas se abrirán en los próximos tres domingos consecutivos.

Las encuestas más recientes del instituto Inscop para las presidenciales colocan a Ciolacu en el primer lugar, con el 25,3 % de la intención del voto; seguido del populista de extrema derecha George Simion, con el 19,1 %; la derechista Elena Lasconi (14,3 %); y el independiente Mircea Geoana (13,3 %).

Si bien Simion aparece como el más probable rival de Ciolacu en la segunda vuelta, también hay sondeos que ven a otros candidatos con posibilidades.

Dada su situación geopolítica, los rumanos se sienten especialmente vulnerables ante la agresión y las presiones que ejerce Rusia no solo en Ucrania, sino también en la vecina Moldavia.

En el sistema semipresidencialista rumano, el jefe del Estado tiene competencias en política Exterior y actúa como mediador entre los poderes del Estado y la sociedad.

Es además comandante de las fuerzas armadas y preside el Consejo Supremo de Defensa Nacional.

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, Iohannis ha defendido una solidaridad incondicional con la población atacada y el máximo apoyo humanitario y militar para Kiev.

El europeísta Ciolacu promete mantener esa línea, así como su fuerte compromiso con la UE y la OTAN.

"Ucrania fue atacada injustificadamente. Se atacaron fronteras fijas y reconocidas, lo cual es inaceptable", dice el candidato en declaraciones que publica este viernes el diario vienés 'Der Standard'.

"Necesitamos una mayor coordinación y asignación de recursos dentro de la UE y la OTAN para disuadir eficazmente a Rusia", añade el político tras resaltar el "momento muy difícil de política de seguridad" que afronta su país.

Más ambiguas son las posturas de Simion, el líder de la ultranacionalista y euroescéptica AUR, un partido que ha pasado de ser marginal a convertirse en la principal fuerza de la oposición.

Simion se ha declarado admirador de Donald Trump, del que ha dicho que traerá la paz a Ucrania, y del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orban, hasta el punto de definirse como el "Orbán rumano".

Gran parte de su popularidad le viene por su activa presencia en las redes sociales.

El líder ultra promete detener la ayuda militar a Ucrania pero niega que eso le convierta en prorruso. Defiende la permanencia de Rumanía en la OTAN y en la Unión Europea, pero es muy crítico con Bruselas.

Tiene prohibida la entrada en Moldavia y Ucrania porque reclama para Rumanía partes de los territorios de esos dos países vecinos.

Aparte de Ucrania, el abanico de los temas abordados por los candidatos es muy amplio.

Los candidatos han hablado de la necesidad de luchar contra corrupción y la burocracia, las reformas fiscales, el nivel de los salarios, la plena entrada del país en el espacio de Schengen, las preocupaciones del sector agrario o el papel de la UE, entre otros.

En cuanto a la orientación política, los observadores resaltan el conservadurismo general de la población.

"Todos los candidatos presidenciales son conservadores, con la excepción de la liberal Ana Birchall, porque parten de la premisa de que la sociedad rumana es conservadora", señala el analista Cristian Pîrvulescu al diario digital Adevarul.EFE

(foto)

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