Berlín, 22 nov (EFE).- La excanciller alemana Angela Merkel criticó que su sucesor, Olaf Scholz, no hubiera mantenido las formas en la ruptura de la coalición con el Partido Liberal (FDP), al pronunciar un discurso iracundo contra el jefe de ese partido, Christian Lindner, para justificar su destitución alegando que había traicionado su confianza.
Lindner, que dijo que Scholz había querido empujarlo a violar el juramento que había prestado al asumir el cargo al pedirle que esquivara el freno de deuda anclado en la Constitución para financiar la ayuda a Ucrania, también es criticado por Merkel.
"Mi idea espontánea fue: se trata de hombres", dice Merkel en una entrevista con la revista 'Der Spiegel' con motivo de la publicación el próximo martes de su autobiografía.
Al ser preguntada acerca de que le resulta especialmente masculino en el comportamiento de los dos políticos dice que "por ejemplo, el tomarse las cosas de manera demasiado personal".
"Eso es algo que en la política hay que evitar a toda costa", asegura.
Merkel dice que en la política se suelen dar duros atraques. "Reaccionar ante ello siempre de manera sobria y equilibrada sería algo inhumano. Se sienten muchas emociones pero es mejor gritarle a una pared que gritar en público", sostiene Merkel.
"Como canciller no podía ocuparme de mi estado de ánimo durante días enteros, sino que tenía que superar la ira y buscar la manera de seguir adelante", agrega.
La forma en que Scholz defendió la ruptura de la coalición no es, para Merkel, "un ejemplo de la dignidad" que debe tener siempre el cargo que ocupa".
"El cargo tiene una dignidad y es algo que siempre hay que tener en mente", dice.
Merkel gobernó entre 2009 y 2017 en coalición con los liberales -que no fue fácil- y al final de la legislatura el FDP no alcanzó el umbral del 5,0 % y se quedó sin representación parlamentaria.
"Ser partido de oposición y partido de Gobierno al mismo tiempo es algo que rara vez sale bien", dice Merkel en su libro, en una frase citada por 'Der Spiegel' con respecto al desenlace de aquella alianza.
En la entrevista matiza diciendo que los partidos pequeños cuando están en una coalición tienen muchas veces dificultades para pensar en todo el país y tienden a pensar ante todo en su propia clientela.
Sostiene que eso no ocurre sólo con los liberales, sino también, a nivel federal, con la Unión Socialcristiana (CSU) y que durante un tiempo ocurrió con Los Verdes.
La CSU es un partido que sólo se presenta en Baviera, que tiene en el parlamento federal un grupo conjunto con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
Durante su último Gobierno hubo pugnas constantes entre Merkel y la CSU por la política migratoria. EFE