La junta de gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha adoptado este jueves una resolución exigiendo a Irán que dé explicaciones sobre sus actividades nucleares y solicitando a su director general, Rafael Grossi, un "exhaustivo" informe, en medio de las presiones a la república islámica para que coopere con la agencia.
La resolución, propuesta por Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, ha sido aprobada con 19 votos a favor, 12 abstenciones y la oposición de Rusia, China y Burkina Faso. La Junta de esta agencia nuclear conexa a Naciones Unidas considera "esencial y urgente" que Irán de explicaciones sobre las trazas de uranio y permita al OIEA tomar muestras en caso necesario.
Así, la resolución pide al organismo que emita "una evaluación exhaustiva y actualizada sobre la posible presencia o utilización de material nuclear no declarado en relación con las cuestiones pendientes pasadas y presentes en relación con el programa nuclear de Irán, incluida una descripción completa de la cooperación de Irán con el OIEA en estas cuestiones".
Los inspectores del OIEA llevan tiempo pidiendo respuestas a Teherán sobre rastros nucleares que apuntan a instalaciones no declaradas o a actividades pasadas secretas, pero su continua negativa a dar explicaciones ha suscitado la "profunda preocupación" de la junta.
Si bien esta última no puede imponer sanciones, según recoge la agencia de noticias alemana DPA, los países occidentales consideran que el informe de Grossi permitiría elevar el asunto al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que sí tiene autoridad ello.
Por su parte, las autoridades iraníes han condenado la resolución, alegando que está "políticamente motivada". En un comunicado conjunto, el Ministerio de Exteriores de Irán y la Organización iraní de Energía Atómica han acusado a los países occidentales, quienes han promovido el dictamen, de buscar "objetivos políticamente ilegítimos" contra la República Islámica.