Madrid, 22 nov (EFE).- El turismo costero y marítimo, responsable del 0,8 % de las emisiones totales de efecto invernadero, requerirá inversiones anuales mundiales de hasta 65.000 millones de dólares para protegerlo de la crisis climática, considera el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, siglas en inglés).
En un comunicado difundido este viernes, el WTTC destaca que los destinos costeros de todo el mundo, especialmente los de las regiones vulnerables, se enfrentan a crecientes amenazas derivadas del cambio climático como el aumento del nivel del mar o los fenómenos meteorológicos extremos.
Esta actividad generó directamente 1,5 billones de dólares y 52 millones de puestos de trabajo en todo el mundo en 2023, según un informe del WTTC.
Durante la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), planteó a los líderes mundiales la necesidad de una inversión climática urgente en el turismo costero.
Uno de los principales focos de turismo costero de España se localiza en la provincia mediterránea de Valencia, donde el pasado octubre fuertes lluvias torrenciales y una gran riada causaron al menos 221 muertos, además de pérdidas materiales multimillonarias, uno de los mayores desastres naturales de la historia nacional.
Según el WTTC, los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) y las zonas litorales del Pacífico son otros lugares sometidos a una grave presión, con un aumento de los desplazamientos de población a causa del clima y pérdidas económicas.
El informe deja claro que las inversiones en la acción climática son "urgentes". La presidenta y consejera delegada de la organización, Julia Simpson, afirma que "nunca es tarde para actuar" y apunta que la descarbonización y la adaptación son inversiones esenciales para construir un modelo turístico positivo para la naturaleza.
"Ahora es el momento de tomar medidas decisivas para garantizar que nuestros destinos prosperen durante generaciones", recalca.
Por último, la entidad insta a los gobiernos, las empresas y las comunidades a unirse para proteger los destinos turísticos costeros y marinos ya que, con una inversión específica, estas regiones pueden seguir prosperando económicamente mientras preservan su belleza natural para las generaciones futuras". EFE