(Bloomberg) -- SpaceX logró una nueva hazaña durante el sexto gran lanzamiento de prueba de su sistema Starship, pero canceló una esperada “captura” en pleno vuelo del cohete propulsor ante la mirada del presidente electo, Donald Trump, en el sur de Texas.
El sistema de lanzamiento de SpaceX, compuesto por el propulsor y la nave superior Starship, dejó la torre poco después de las 4:00 p.m. hora local del martes. Sin embargo, a los pocos minutos del vuelo, SpaceX desechó los planes de intentar atrapar el propulsor con unos brazos mecánicos gigantes —denominados “palillos”— lo que la compañía había logrado durante su vuelo anterior. El cohete, bautizado como Super Heavy, pudo realizar un aterrizaje controlado en el océano.
“Fue bastante épico el primer intento, pero la seguridad de los equipos y del público y de la propia plataforma son primordiales”, dijo la ingeniera de SpaceX Kate Tice en una transmisión en directo. “Así que estamos aceptando los sacrificios”.
Después de que el Super Heavy aterrizara en el golfo de México, el Starship continuó su viaje por el espacio. En un momento dado, volvió a encender con éxito uno de sus motores Raptor, lo que ocurre por primera en estas pruebas de vuelo de SpaceX. La Starship necesitará volver a encender sus motores para controlar su descenso a la Tierra y maniobrar por el espacio.
Starship luego dio la vuelta a la mayor parte del globo antes de precipitarse a través de la atmósfera a los 45 minutos de la misión, con su cuerpo envuelto en el resplandor naranja rojizo del plasma mientras su escudo térmico mejorado soportaba intensas temperaturas mientras se precipitaba de vuelta a la Tierra.
Nota Original: SpaceX Launches Starship Rocket as Trump and Musk Look On (4)
--Con la colaboración de Sana Pashankar.
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