Redacción internacional, 20 nov (EFE).- Las minas antipersonas, cuyo suministro a Ucrania ha aprobado el Gobierno norteamericano según medios de EE.UU., fueron prohibidas por el Tratado de Otawa suscrito en 1997 por 122 países, pero entre sus firmantes no se encuentran ni Estados Unidos ni Rusia, y tampoco China o la India.
El tratado, en el que actualmente participan 164 países, ha sido ratificado por 133 estados y entró en vigor el 1 de marzo de 1999, prohíbe producir, almacenar o transferir minas antipersonales y obliga a los países firmantes a destruir sus arsenales. Se calcula que esta convención ha hecho posible la destrucción de más de 50 millones de minas en todo el mundo.
En 2014 Estados Unidos se comprometió a no usar este tipo de armamento y a destruir su arsenal, pero esta decisión fue cancelada en 2020 por el entonces presidente, y ahora presidente electo, Donald Trump.
En julio de 2022 el Gobierno de Estados Unidos anunció su renuncia a usar, producir y comprar minas antipersona, cumpliendo así en gran medida con la convención de Ottawa, aunque sin firmar el tratado y con una excepción, la península de Corea, donde mantuvo abierta la posibilidad de usarlas.
Las minas antipersona matan y hieren a personas de forma indiscriminada. Suelen colocarse en forma manual, pero también pueden esparcirse por medio de aeronaves, proyectiles y artillería, o dispersarse desde vehículos especializados. Hasta que no se las retira y destruye, representan un peligro permanente.
Desde su invasión Rusia ha utilizado minas terrestres antipersona en reiteradas ocasiones en Ucrania, que han causado cientos de víctimas y han inutilizado amplias extensiones de tierra. También Ucrania ha sido acusada de utilizar minas antipersona en Izium, cuando fue ocupada por fuerzas rusas en 2022.
El último informe de la Campaña Internacional para Prohibición de las minas terrestres (ICBL), publicado hoy, señala que en 5.757 personas murieron o resultaron heridas por minas terrestres y restos explosivos de guerra en todo el mundo en 2023, el 84 % civiles y un tercio de ellos, niños. Myanmar, con mil, fue el país que registró el mayor número de víctimas.
En todo el mundo, al menos 58 países y zonas siguen afectados por las minas terrestres, aunque el informe constata que el pasado año fue el de mayor avance en desminado desde 2019. Sin embargo, el compromiso adoptado por los países firmantes del tratado de quedar libres de minas en 2025 está lejos de cumplirse. EFE