Taipéi, 19 nov (EFE).- La condena a penas de entre cuatro y diez años de prisión para 45 activistas de Hong Kong constituye una “grave violación de la libertad y la democracia” de los ciudadanos de este territorio, manifestó este martes el Gobierno taiwanés, que reafirmó su “apoyo” a la metrópoli.
En un comunicado publicado horas después de conocerse la sentencia, la portavoz presidencial Karen Kuo declaró que “la democracia no es un delito” y condenó “enérgicamente” al Gobierno chino por emplear “métodos judiciales y procedimientos injustos para reprimir la participación política y la libertad de expresión de los demócratas de Hong Kong”.
“La condena a 45 demócratas a penas de entre cuatro y diez años de prisión supone una grave violación de la libertad y la democracia que los ciudadanos de Hong Kong buscan, rompiendo no sólo las promesas de ‘50 años sin cambios’ y de ‘un alto grado de autonomía’, sino también demostrando, una vez más, la inviabilidad del modelo de ‘un país, dos sistemas’”, apuntó Kuo, en declaraciones recogidas por la Oficina Presidencial.
La portavoz subrayó que los pueblos de Taiwán y Hong Kong “comparten el compromiso con la libertad y la democracia” y, por eso, adelantó que la isla continuará apoyando a la metrópoli a través del ‘proyecto de asistencia humanitaria y solidaridad con Hong Kong’, una iniciativa lanzada por el Ejecutivo taiwanés tras las protestas masivas de 2019.
En este sentido, Kuo instó a las democracias de todo el mundo a “prestar atención a la situación de Hong Kong”, y remarcó que Taiwán, “como miembro del bloque democrático, seguirá trabajando con la comunidad internacional para contener la expansión de los regímenes autoritarios”.
Estas declaraciones se produjeron después de que el tribunal de Hong Kong dictara penas de entre cuatro y diez años de prisión contra 45 activistas acusados de “conspiración para subvertir el poder del Estado”, en el mayor juicio celebrado hasta ahora bajo la ley de seguridad nacional.
Benny Tai, organizador de unas elecciones primarias consideradas subversivas, recibió la pena más alta, de diez años.
Otros líderes como Au Nok-hin y Owen Chow fueron condenados a más de seis años, mientras que varias figuras destacadas, como Claudia Mo, recibieron las penas más bajas, de cuatro años y dos meses.
Según cifras de la Agencia de Inmigración taiwanesa, más de 54.000 hongkoneses solicitaron permisos de residencia en Taiwán entre 2019 y 2024, evidenciando el interés de muchos ciudadanos y activistas de la excolonia británica por asentarse en la isla.
Sin embargo, la ayuda taiwanesa se ha topado con límites burocráticos y legales, en parte debido a las propias tensiones entre Taipéi y Pekín, cuyo Gobierno considera al territorio autogobernado como una “provincia rebelde". EFE