La UNESCO ha anunciado este lunes que ha puesto bajo "protección reforzada provisional" más de una treintena de lugares patrimoniales de Líbano, en el marco de los combates entre el Ejército israelí y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, por los que se han registrado durante las últimas semanas ataques cerca de antiguas ruinas romanas designadas como Patrimonio Mundial que están ubicadas en Baalbek y Tiro.
El Comité de la UNESCO para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado ha decidido conceder este estatus a un total de 34 bienes culturales y destinar ayuda financiera internacional para apoyar la aplicación de medidas de emergencia en materia de patrimonio, según reza un comunicado.
"La UNESCO mantiene la cooperación profunda y duradera con Líbano. No escatimaremos esfuerzos para proporcionar todos los conocimientos y la ayuda necesarias para proteger su excepcional patrimonio", ha declarado la directora general del organismo, Audrey Azoulay.
Estos 34 bienes culturales gozan ahora del máximo nivel de inmunidad contra ataques y usos con fines militares. El incumplimiento de estas cláusulas constituiría violaciones graves de la Convención de La Haya de 1954 y podría ser motivo de persecución penal.
El organismo ha ofrecido su apoyo para determinar las medidas de emergencia, inventariar las colecciones de los museos y trasladar las obras que puedan trasladarse a lugares seguros en otras partes de Líbano. También está realizando un seguimiento por satélite de los sitios históricos y patrimoniales, con el fin de evaluar su estado de conservación y los posibles daños que hayan sufrido.
Israel desató el 1 de octubre una nueva invasión de Líbano tras varias semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país, incluida la explosión coordinada de miles de dispositivos de comunicación utilizados por el grupo libanés, después de más de once meses de combates con Hezbolá en la zona fronteriza. Líbano ha denunciado más de 3.500 muertos desde el estallido de las hostilidades el 8 de octubre de 2023.
El repunte de las hostilidades se enmarca en los enfrentamientos iniciados hace más de un año, después de que Hezbolá atacara territorio israelí tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, que llevaron a Israel a desatar una cruenta ofensiva contra la Franja de Gaza, donde han muerto ya más de 43.900 personas.