(Actualiza con detalles del Ejército israelí y del Gobierno italiano)
Jerusalén, 19 nov (EFE).- El Ejército israelí acusó este martes a la organización chií Hizbulá de haber atacado, en dos ocasiones y en poco más de tres horas, dos bases de la misión de la paz de la ONU (FINUL) en el sur del Líbano, causando varios heridos en una de ellas.
"Hoy temprano se recibió un informe de que un puesto de la FINUL fue alcanzado lo que causó varios heridos y daños. Una investigación del Ejército determinó que Hizbulá disparó el cohete", indicó un comunicado castrense sobre el incidente contra la base en Ramyeh, en el sur del Líbano.
Ya de noche el Ejército detalló que este ataque tuvo lugar a las 09:50 de la mañana, y que horas después, a la 13:30 horas, Hizbulá "disparó varios cohetes" de nuevo que dañaron un puesto de la FINUL en la localidad de Chama, también en el sur del Líbano.
Al menos cuatro soldados de mantenimiento de la paz ghaneses resultaron heridos en su base en la aldea de Ramyeh "probablemente por agentes no estatales", indicó la FINUL en un comunicado sin mencionar explícitamente a ningún grupo pero insinuando que pudo haber sido Hizbulá.
Tres de los soldados heridos tuvieron que ser trasladados a un hospital de la ciudad de Tiro, más al norte, para "recibir tratamiento", añadió la misión de la ONU sin aportar más detalles sobre el estado de los miembros de la FINUL.
En Chama, ocho cohetes de 107 milímetros impactaron este martes, sin causar heridos, contra el contingente italiano, según confirmó el titular italiano de Defensa, Guido Crosetto, quien lo tachó de "intolerable".
"A juzgar por el tipo de cohete, podemos confirmar que ha sido Hizbulá el autor del ataque a la base FINUL", declaró por su parte el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, en declaraciones recogidas por los medios.
Desde el inicio de la ofensiva terrestre israelí en el sur del Líbano, hace ya más de un mes, al menos cinco casos azules han resultado heridos por fuego israelí y al menos dos bases fueron allanadas por tanques del Ejército de Israel.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante las primeras semanas de la invasión, pidió en varias ocasiones la retirada "temporal" de los cascos azules del sur del Líbano y acusó a Hizbulá de usarlos como "escudos humanos".
"La negativa a evacuar a los soldados de la FINUL los convierte en rehenes de Hizbulá. Esto pone en peligro sus vidas y las de nuestros soldados", dijo por entonces el mandatario israelí sobre la presencia en la zona de FINUL, que recordó a Netanyahu que su deber es "garantizar la protección y seguridad del personal y bienes de las Naciones Unidas y de respetar la inviolabilidad de sus instalaciones".
Mientras Israel prosigue atacando su país vecino, este martes el enviado estadounidense de la administración de Joe Biden, Amos Hochstein, llegó a Beirut para recibir la respuesta del Líbano sobre un posible alto el fuego entre Israel y Hizbulá.
Asimismo, las cifras de muertos en ambos lados no dejan de crecer tras más de un año de intercambio de fuego entre Israel e Hizbulá. En el lado libanés, se estima que más de 3.500 personas ha muerto, la mayoría desde que el Ejército israelí intensificó su campaña de bombardeos el pasado 23 de septiembre.
Israel asegura que unos 2.500 eran milicianos del grupo chií.
Del lado israelí, 77 personas han fallecido por ataques lanzados desde Líbano, de las cuales 46 eran civiles (6 de ellos extranjeros). Además, 43 soldados han muerto en combate en el sur del país vecino, el último un reservista este martes por un ataque con drones de Hizbulá en el sur, según informó el Ejército. EFE