Río de Janeiro, 18 nov (EFE).- Los líderes del G20 divulgaron este lunes, en el primer día de la cumbre de Río de Janeiro, una declaración final de mínimos, a pesar del presidente argentino, Javier Milei, ponerse en 'modo Donald Trump' y de la espantada del estadounidense Joe Biden a mitad de la jornada.
Brasil, que ocupa la presidencia rotativa del G20, logró desbloquear el foro al poner de acuerdo a las economías más potentes del planeta en asuntos como las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la lucha contra el cambio climático y el impuesto a los superricos.
La cita celebrada en el Museo de Arte Moderno de Río materializó esos esfuerzos, aunque con un lenguaje muy vago y sin objetivos concretos para solucionar esos problemas que han tensionado las relaciones internacionales como nunca antes desde la Guerra Fría.
El G20 expresó así su "profunda preocupación por la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza y la escalada en el Líbano", objeto de bombardeos e invasiones del Ejército israelí desde hace un año.
Sobre Ucrania, camino de cumplir tres años bajo la invasión rusa, los líderes "destacaron el sufrimiento humano y las repercusiones negativas" relacionadas con la guerra "en materia de seguridad alimentaria y energética mundial, cadenas de suministro y estabilidad macrofinanciera".
En ningún momento mencionaron a Rusia, miembro del G20, como EE.UU., la Unión Europea y China.
La declaración, que consta de 85 puntos, también recogió el compromiso de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y acelerar las acciones para cumplirlos a tiempo.
Para ello, el G20 lanzó la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, iniciativa del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y que nace con el apoyo de 82 países y el mandato de erradicar esa lacra, que hoy afecta a 733 millones de personas.
Sin embargo, Milei, enemigo declarado de los ODS, anunció en un comunicado aparte que, por primera vez desde que Argentina está en el G20, su Gobierno "firmó la declaración de presidentes disociándose de todo el contenido vinculado a la Agenda 2030".
No obstante, sus objeciones no bloquearon la divulgación del documento.
En línea con el magnate republicano Donald Trump, quien en enero asumirá la Presidencia de EE.UU., Milei declaró al G20 "en crisis" y afirmó que no compactúa con lo que, a su juicio, limita la libertad de expresión en redes sociales y patrocina "el esquema de imposición" de las instituciones de gobernanza global.
"Sea por malicia o ignorancia, la mayoría de los gobiernos modernos han insistido en el error de que para combatir el hambre y la pobreza hace falta mayor intervención estatal", dijo durante su discurso en la primera plenaria, que contó con la presencia de Joe Biden (EE.UU.), Xi Jinping (China), Claudia Sheinbaum (México), Emmanuel Macron (Francia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia) y Pedro Sánchez (España), entre otros líderes.
Todo lo contrario que Lula, quien consideró como "imprescindible" acabar con el hambre para alcanzar "un mundo en paz" y urgió al G20 a actuar.
Para Milei con el capitalismo es suficiente, pues -aseguró- "el libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90 % de la población global".
Argentina no figuró en la primera lista de fundadores de la Alianza divulgada por Brasil. Era la única nación del G20 que no estaba. No obstante, poco tiempo después, Brasil anunció la adhesión del país vecino.
Fue en el último momento "porque aún estaba en un proceso de diálogo", aclaró el ministro brasileño de Desarrollo Social, Wellington Dias, en una rueda de prensa.
Biden llega tarde a la foto y se marcha al hotel
Por su parte, Biden, a pocas semanas del fin de su mandato, estuvo medio ausente. Participó en el lanzamiento de la Alianza y en la primera plenaria sobre cómo erradicar las desigualdades sociales.
Los líderes salieron después para hacerse una foto de familia con la 'Cidade Maravilhosa' de fondo, pero Biden llegó tarde. Acto seguido, se marchó a su hotel y se perdió el segundo debate sobre la reforma de los organismos internacionales.
Lula abrió de nuevo la sesión, que como la primera fue a puerta cerrada, salvo su intervención, transmitida en directo, y afirmó que "las omisiones del Consejo de Seguridad son una amenaza a la paz".
Para este martes, los líderes del G20 tienen previsto discutir la transición energética y el desarrollo sostenible, otro punto de disenso entre los países ricos y los emergentes, que demandan una financiación robusta para preservar el medioambiente. EFE
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