Jerusalén, 18 nov (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconoció por primera vez este lunes ante la Knéset (el Parlamento israelí) que "se está negociando" el alto el fuego en Líbano, aunque advirtió que mientras tanto seguirán atacando a Hizbulá para garantizar la seguridad en el norte del país.
"Las negociaciones se están llevando a cabo bajo fuego porque aquí lo importante más allá del papel (acuerdo) es seguir impidiendo el fortalecimiento de Hizbulá y destruirlo para garantizar la seguridad en el norte. Si llega un alto al fuego nadie garantiza que Hizbulá lo cumpla", dijo el mandatario israelí en referencia a los más de 60.000 residentes que siguen evacuados de las comunidades del norte desde hace más de un año.
En este sentido, Netanyahu aseguró que van a seguir "tomando medidas" que impidan el suministro de armas para el grupo chií a través de Siria atacando sus cruces fronterizos.
Y pese a que el líder israelí quiso sacar pecho de la operación en la que lograron matar al máximo líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, el pasado mes de septiembre, también reconoció que la organización sigue teniendo la capacidad de atacar contra territorio israelí.
"Hemos destruido entre el 70% y el 80% del sistema de misiles de Hizbulá y ya no son los mismos de antes, pero la organización aún tiene la capacidad de lanzar misiles", dijo.
Se espera que este martes el mediador de Estados Unidos, Amos Hochstein, aterrice en Beirut para mantener conversaciones sobre un alto el fuego entre Hizbulá e Israel, tal y como adelantó este lunes el medio estadounidense Axios.
Por otra parte, la cadena de medios libanesa LBC informó hoy que se había dado una respuesta "positiva" a la propuesta de alto el fuego de Estados Unidos y que Hochstein la revisaría antes de su visita a la región.
Un borrador filtrado de la propuesta estadounidense publicado por la emisora pública Kan a principios de este mes mostró que el acuerdo de alto el fuego incluiría la plena implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, el establecimiento de un comité de supervisión internacional y el despliegue de unos 10.000 soldados de las fuerzas armadas Libanesas a lo largo de la frontera con Israel.
Al mismo tiempo, el borrador filtrado sugería que Israel conservaría el derecho a la legítima defensa y se le concedería permiso para actuar contra cualquier violación de los términos del acuerdo. EFE