Jerusalén, 18 nov (EFE).- El Servicio Penitenciario israelí puso este lunes bajo vigilancia "por riesgo de suicidio" a Eli Feldstein, exportavoz del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y principal sospechoso en el caso 'BibiLeaks' que investiga la filtración de documentos de inteligencia militar a la prensa para forjar una opinión pública contraria a un acuerdo de rehenes en Gaza.
“Los guardias encontraron algo en la celda de un preso de seguridad recluido en una cárcel del sur lo que requirió, de acuerdo con las instrucciones del comandante de la prisión, su traslado inmediato a una celda donde pudiera ser vigilado para evitar un suicidio”, informó el Servicio Penitenciario en un comunicado, sin citar al sospechoso por nombre.
Algunos informes citados por la prensa israelí señalan que las autoridades habrían encontrado una soga en su celda, mientras que otros sostienen que Feldstein habría quitado la goma de la ventana de su celda.
La Fiscalía del Estado informó ayer de la intención de procesar al que fuera portavoz de Netanyahu junto a otro sospechoso, cuyo nombre no ha sido revelado. En total, dos funcionarios de Defensa, Feldstein y un cuarto oficial militar de menor rango siguen detenidos.
Feldstein es sospechoso de recopilar y transferir material clasificado a la prensa internacional con un objetivo: influir a la opinión pública en contra de la firma de acuerdo de tregua en Gaza.
Gran parte de la sociedad israelí -así lo han venido corroborando las últimas encuestas del Instituto para la Democracia de Israel (IDI)- se muestra a favor de que el Gobierno de Benjamín Netanyahu firme un acuerdo de tregua que libere a los casi cien rehenes que siguen en Gaza.
El periódico alemán Bild y el británico The Jewish Chronicle publicaron en septiembre información de inteligencia desvirtuada, según la cual el difunto líder de Hamás, Yahya Sinwar, conspiraba para escapar junto a los rehenes de Gaza por el Corredor Filadelfia, la divisoria entre la Franja y Egipto.
Bajo esa premisa, un acuerdo en esos momentos con Hamás no era no solo viable sino que también volvía necesaria, como Netanyahu insistía, la presencia de tropas israelíes en la divisoria para evitar que algo así pasara.
Esa información manipulada estaba en poder del Ministerio de Defensa y no se sabe cómo llegó a manos de funcionarios de la oficina de Netanyahu, que la habrían filtrado a los medios tras desvirtuarla. EFE