Pekín, 18 nov (EFE).- China pidió este lunes que "no se socave la paz ni se exacerben las tensiones regionales", después de que Manila y Washington firmasen un acuerdo para compartir inteligencia militar, cimentando la alianza de seguridad entre ambas naciones frente a los conflictos territoriales con Pekín.
El portavoz de la Cancillería china Lin Jian declaró hoy en una rueda de prensa que "ningún tipo de acuerdo militar que se firme o del tipo de cooperación en materia de defensa y seguridad" debería tener "como objetivo a un tercero ni perjudicar los intereses de un tercero".
"La única opción correcta para proteger la seguridad nacional y la paz y estabilidad regionales es adherirse a la buena vecindad y la autonomía estratégica", agregó el vocero.
El Acuerdo de Seguridad General de Información Militar (GSOMIA) es un "paso crítico para mejorar el intercambio de información y profundizar la interoperabilidad entre Filipinas y Estados Unidos", señaló el Departamento de Defensa filipino tras la firma del acuerdo en un acto oficial que contó con la presencia del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, de visita en la región.
Entre los objetivos de la visita de Austin se encuentra reiterar el "firme compromiso" con el tratado de defensa mutua y la aplicación de 500 millones de dólares en financiación militar extranjera anunciada durante el viaje el pasado julio a Filipinas, según un comunicado del Departamento de Defensa estadounidense.
Filipinas mantiene desde 1951 un tratado de mutua defensa con Estados Unidos, que el actual presidente, Joe Biden, fortaleció con acuerdos complementarios durante su administración con un mayor entendimiento bilateral tras el mandato del expresidente filipino Rodrigo Duterte (2016-2022), quien se acercó a China.
Este tratado ha cobrado una especial relevancia en los últimos años debido a las disputas territoriales entre Filipinas y China.
Las autoridades filipinas defienden que los atolones en disputa están dentro de las 200 millas náuticas (370 kilómetros) de su zona de exclusividad económica, que según la ley internacional le da derecho a la explotación de los recursos aunque sean aguas internacionales.
Pekín alega razones históricas para reclamar casi la totalidad del mar de China Meridional, rico en recursos y clave para el comercio mundial. EFE
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