San Salvador, 14 nov (EFE).- La Fiscalía General de El Salvador pidió este jueves la detención del expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) por su ausencia en el segundo día de audiencia preliminar en la causa penal por la masacre de seis padres jesuitas, cinco de ellos españoles, y dos mujeres en 1989, en el contexto de la guerra civil (1980-1992).
El abogado Carlos Miranda, quien defiende al exdiputado Rodolfo Parker, dijo a periodistas que la Fiscalía pidió al Juzgado Segundo de Instrucción que emita órdenes de captura para Cristiani y otros cinco imputados ausentes.
"Han solicitado la detención provisional para aquellas personas que no se han presentado a esta audiencia", apuntó el letrado y señaló que la Fiscalía ratificó en sus alegatos las acusaciones de delitos de lesa humanidad contra los procesados.
Añadió que los fiscales "han ratificado todo la oferta probatoria" y se ha señalado que, "por haber sido parte de un Estado Mayor de la Fuerza Armada, (todos los imputados) tienen corresponsabilidad y son autores mediatos" de los homicidios de los religiosos.
"Han ratificado su acusación", concluyó el letrado.
El miércoles, durante el primer día de audiencia, el referido Juzgado se negó a archivar la causa contra Cristiani, Parker y otros dos militares, cuyos abogados solicitaron que se les declarara en rebeldía.
De acuerdo con el Código Procesal Penal de 1998, derogado pero aplicado en esta caso, establece que una vez se declara la rebeldía "se archivarán las actuaciones, instrumentos y piezas de convicción. Cuando el rebelde comparezca, la causa continuará según su estado".
Los imputados en este proceso son, además de Cristiani y Parker, los militares retirados Juan Rafael Bustillo, Juan Orlando Zepeda, Rafael Humberto Larios, Carlos Camilo Hernández, Nelson Iván López, Joaquín Arnoldo Cerna, Inocente Orlando Montano, Óscar Alberto León Linares y Manuel Antonio Ermenegildo Rivas Mejía.
La Fiscalía General los acusa de asesinato, actos de terrorismo, conspiración para actos de terrorismo, fraude procesal y encubrimiento.
La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de la mayor ofensiva guerrillera registrada durante la guerra civil salvadoreña, un comando élite del Ejército ejecutó a los religiosos y a dos mujeres en el campus de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).
Las víctimas fueron los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Amando López y Juan Ramón Moreno y el salvadoreño Joaquín López, la trabajadora de la UCA Elba y su hija de 16 años, Celina Ramos, ambas salvadoreñas.EFE