Tokio, 15 nov (EFE).- El barrio de Shibuya, en la capital japonesa, canceló su cuenta atrás para el Año Nuevo por quinto año consecutivo, evento que anteriormente se celebraba en el popular cruce de esta zona, uno de los principales puntos turísticos de la ciudad.
Esta decisión fue tomada por los organizadores del evento, entre los que se encontraban funcionarios y empresas locales, debido a la preocupación por la seguridad pública.
"Dados nuestros esfuerzos por reducir el consumo de alcohol entre el público, hemos determinado que no es apropiado celebrar un evento que atrae a grandes multitudes", declaró un funcionario del distrito de Shibuya al diario local Asahi en relación con la cuenta atrás cancelada.
El evento anual, que comenzó en 2016, consistía en cerrar el área alrededor de la icónica intersección y organizar una celebración de conteo regresivo con celebridades y patrocinadores corporativos, una festividad que, en 2018, llegó a reunir a una multitud estimada de 120.000 personas.
Sin embargo, se interrumpió en 2020 debido a la pandemia de la COVID-19 y no se ha reanudado desde entonces; una cancelación que se produce en un momento en que las autoridades locales redoblan sus esfuerzos por mantener el orden y la seguridad pública del bullicioso distrito
Shibuya prohibió el consumo de alcohol en sus calles para abordar problemas derivados del sobreturismo.
Esta restricción, que se ha implementado temporalmente desde 2019, se amplió el pasado octubre para extenderla de manera permanente, con el objetivo de mejorar la convivencia y la seguridad en la zona.
El gobierno de Shinjuku, distrito vecino y otro de los núcleos comerciales y de ocio de Tokio, donde se encuentra el barrio rojo de Kabukicho, decidió este año prohibir también el consumo de alcohol solo en fechas señaladas como Halloween o Año Nuevo.
Estas medidas se implementaron en el pasado Halloween, cuando estos distritos pidieron a las tiendas y comercios locales que se abstuvieran de vender alcohol, además de enviar más patrullas para orientar a la gente a no beber en la calle y controlar la multitud con silbatos y cintas de seguridad. EFE