Hassan Mohamed
Malé, 15 nov (EFE).- La industria turística de Maldivas, pilar de su economía, se enfrenta a una creciente tensión con el Gobierno tras la implementación de una polémica regulación monetaria que busca inyectar divisas a las reservas internacionales del endeudado paraíso asiático.
La medida del gobierno maldivo obliga a los resorts a cambiar parte de sus ingresos en dólares, además de cambiar 500 dólares por cada turista extranjero recibido mensualmente a rupias maldivas.
La Autoridad Monetaria de Maldivas (MMA por sus siglas en inglés) ha confirmado que, si bien la mayoría de los complejos turísticos se han registrado bajo la regulación, un número significativo ha expresado fuertes objeciones y tiene la intención de no cumplirla.
Según fuentes consultadas por EFE, unas 50 de las 174 que operan en el país han enviado cartas a la autoridad cambiaria en las que manifiestan que no cumplirán la normativa, que consideran “injusta y poco práctica”.
“Le escribimos para oponernos formalmente a las imposiciones injustas e imprácticas introducidas en virtud de la regulación, que apuntan y singularizan únicamente a las empresas del sector turístico”, dijo Mohamed Moosa, un magnate de los complejos turísticos, en una carta enviada al gobernador de MMA. Ahmed Munawar, esta semana.
Mohamed Moosa, conocido localmente como Uhchu, cuya familia es ampliamente considerada como pionera de la industria turística del país, opera Kuredu Island Resort desde 1988 y Mabinhura en Islas Jawakara, desde 2003.
“Es evidente que la regulación en su forma actual es miope por naturaleza y actúa como un parche temporal para solucionar la actual crisis de deuda del Gobierno de Maldivas y, en última instancia, solo tiene como resultado un impacto devastador”, continuó.
Pulse Hotels and Resorts, la compañía dirigida por el asesor de turismo de la Presidencia de Maldivas, Mohamed Khaleel, también ha expresado su incapacidad para cumplir con la regulación.
“Lamentamos informarle que no podremos cumplir con esta regulación e instamos al gobierno y a la Autoridad Monetaria de Maldivas a que reconsideren esta política”, dijo Khaleel.
El presidente de Universal Enterprises, Mohamed Umar Manik, envió también una carta similar al gobernador indicando que no es posible para la empresa cumplir con la nueva normativa.
“No será posible para nosotros cumplir con el requisito de 500 dólares por turista y creemos que la aplicación de esta normativa nos obligará a tomar decisiones que tienen un impacto perjudicial en la industria”, dijo en la carta Manik, cuya empresa opera ocho complejos turísticos.
Maldivas se encuentra bajo restricciones financieras después de que la agencia de calificación crediticia Fitch rebajara la calificación de Maldivas a CCC+ desde B-. La agencia de calificación Moody’s también rebajó la calificación de Maldivas a CAA-2 desde CAA-1.
La reserva de moneda extranjera utilizable de Maldivas se sitúa en 31,5 millones de dólares estadounidenses, un mínimo histórico, según las estadísticas publicadas por la MMA a principios de esta semana. La deuda pública del país ha ascendido al 116,5 por ciento del PIB en el primer trimestre de este año.
El Banco Central maldivo no estuvo inmediatamente disponible para comentarios adicionales a EFE al respecto. EFE