El Cairo, 14 nov (EFE).- La coordinadora residente y de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas en Sudán, Clementine Nkweta-Salami, acogió este jueves con satisfacción la decisión del Gobierno sudanés de seguir permitiendo la entrega de ayuda humanitaria a través del paso fronterizo de Adre, desde Chad a Sudán, durante otros tres meses.
"Los trabajadores humanitarios de Sudán acogen con satisfacción esta decisión, ya que el paso fronterizo de Adre es un salvavidas fundamental para cientos de miles de personas vulnerables en todo el país, especialmente en Darfur", en el oeste del país, dijo Nkweta-Salami en un comunicado.
Añadió que mantener abierta esa frontera significa que los trabajadores humanitarios "pueden seguir entregando alimentos de emergencia y suministros nutricionales, medicinas, refugio y otras ayudas vitales a cientos de miles de madres y niños hambrientos y desnutridos, personas que sufren enfermedades y otras que necesitan desesperadamente estos suministros".
Ayer, el Gobierno sudanés anunció esta prórroga, aunque en su comunicado no determinó el periodo de tiempo que estará abierto el paso.
Desde la reapertura del paso fronterizo de Adre a mediados de agosto, al menos 377 camiones de ayuda han cruzado de Chad a Sudán transportando suministros esenciales para cerca de 1,4 millones de personas vulnerables, incluidas las que sufren inseguridad alimentaria aguda y corren riesgo de hambruna.
El llamamiento humanitario para Sudán de 2.700 millones de dólares para 2024 está financiado actualmente en un 57 %, lo que afecta a la capacidad de la ayuda humanitaria para ampliar la respuesta, según la ONU.
Adré es la mayor ciudad fronteriza del este de Chad y un importante punto de paso para migrantes, incluidos comerciantes y viajeros entre Chad y Sudán.
Por su lugar en la divisoria, la ciudad tenía antes de la guerra unos 40.000 habitantes y ahora se han multiplicado por siete tras la llegada de 230.000 refugiados sudaneses, muchos de los cuales esperan ser reubicados más hacia el interior del país.
La ONU estima que al menos 14 de los 18 estados de todo Sudán están al borde de la hambruna, con 3,7 millones de niños menores de cinco años que sufrirán desnutrición aguda grave sólo este año y que tienen 11 veces más de probabilidades de morir de enfermedades prevenibles que un niño sano si no se les atiende pronto.
Desde abril de 2023, la guerra en Sudán entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha causado más de 23.000 víctimas mortales, según los últimos datos de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA).
El conflicto también ha sumido al pueblo sudanés en una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo, con más de 3 millones de refugiados que han huido cruzando las fronteras a otros países, según los últimos datos de la ONU. EFE