El Cairo, 14 nov (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) instó este jueves a las organizaciones de Sudán del Sur a "reforzar las medidas para frenar la propagación" del reciente brote de cólera que declaró el Ministerio de Salud el 28 de octubre, en consecuencia de las condiciones precarias tras la llegada de refugiados de la guerra de Sudán.
En un comunicado, la organización reportó el repunte de casos en la localidad de Renk y Malakal, norte de Sudán del Sur, territorio donde se albergan miles de sudaneses que huyen del conflicto armado del país vecino que enfrenta al Ejército regular y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
El coordinador de emergencia de MSF, Emanuele Montobbio, explicó que el constante flujo de personas desplazadas desde Sudán, unas 800 diarias, "empeora las condiciones de saneamiento" del estado del Alto Nilo, y que existe una "necesidad urgente de respuesta para mejorar la situación del agua" para evitar la expansión de la epidemia.
"Pedimos esfuerzos más fuertes y colaboración de todas las organizaciones en Renk, y en particular en Malakal, tan pronto como sea posible. Es crucial una campaña de vacunación inmediata", afirmó Montobbio.
MSF anunció el establecimiento de una unidad de tratamiento de cólera en el hospital de Renk con capacidad para 20 camas, donde ya se han atendido 45 casos y registrado dos muertes, lo que representa una situación alarmante, según la ONG.
A principios de noviembre, la ONU advirtió sobre el impacto de la guerra civil en Sudán, que ha provocado un éxodo de 850,000 personas hacia el país vecino, con mínimo un brote de cólera registrado en la frontera.
El subdirector en el país del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), Shaun Hughes, indicó que la crisis provocada por este éxodo sumado a las violentas inundaciones en Sudán del Sur ha impactado en 1,3 millones de personas, casi una de cada nueve en el país, de las que unas 400.000 han podido ser asistidas por la agencia humanitaria. EFE