La misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ha instado este miércoles a los talibán a establecer una moratoria "inmediata" de la pena de muerte, después de que las autoridades ejecutaran de forma pública en un estadio a un hombre condenado por asesinato, práctica que recuperaron tras regresar al poder en agosto de 2021 y con la que pretenden aleccionar al conjunto de la población sobre el riesgo asociado a ciertos delitos.
"Las ejecuciones llevadas a cabo en público son contrarias a las obligaciones internacionales de Afganistán en materia de Derechos Humanos y deben cesar. La UNAMA insta a las autoridades de facto de Afganistán a que establezcan una moratoria inmediata de todas las ejecuciones con miras a abolir la pena de muerte", reza un comunicado de la misión.
Asimismo, ha aprovechado la ocasión para pedir que se respete el debido proceso y el derecho a un juicio justo, en particular el acceso a la representación legal, tal y como ha indicado a través de su perfil en la red social X.
Según el Tribunal Supremo afgano, se trata de un vecino de Mirzaki, de la provincia de Paktia, que había matado a una persona de manera "deliberada". El régimen ha explicado que el caso ha pasado por tres tribunales distintos que han considerado necesario aplicar la ley del talión. En este sentido, ha afirmado que "a la familia de la víctima se le dio la opción del perdón y la reconciliación" pero que, al rechazarla, se siguió adelante con la ejecución.
Las autoridades locales suelen alentar a los ciudadanos a asistir a este tipo de castigos, a los que pueden acudir hasta varios miles de personas. En febrero, los talibán también llevaron a cabo una doble ejecución en el principal estadio de la ciudad de Ghazni.