María José Rey
Santiago de Chile, 14 nov (EFE).- Este 15 de noviembre se cumplen siete años del histórico partido en el Ricardo Gareca llevó a Perú a la Copa del Mundo tras 36 años de ausencia, y este mismo día regresa a Lima, ahora al mando de Chile, muy criticado y con la tarea de sostener las posibilidades de La Roja de clasificar al Mundial 2026 a costa del país que aún lo idolatra.
Aquel partido del repechaje con Nueva Zelanda, que ganaron 2-0, se jugó en el Estadio Nacional de la capital peruana. Esta vez no estará en el mismo escenario por disposiciones gubernamentales, ya que el duelo de la fecha 11 de la eliminatoria será en el Monumental.
Pero el sueño que Gareca hizo realidad clasificando a la blanquirroja a Rusia 2018 sigue presente en el recuerdo de todos los peruanos, y de los jugadores a los que dirigió con los cuales se volverá a enfrentar.
Porque el técnico argentino, de 66 años, ya tuvo su primer episodio de reencuentro en la pasada Copa América de Estados Unidos, donde Chile y Perú igualaron sin goles en el debut del torneo.
El “efecto” Gareca –que no ha aparecido en La Roja–, es algo de lo que Perú se cuida, según los diarios peruanos, quienes se hacen eco de una petición que le habrían hecho a los futbolistas de mantener contacto cero con el entrenador antes y durante el partido.
“Nada de mensajes con el ‘Tigre’, saludos o declaraciones en extenso sobre el argentino”, publicó el diario peruano Trone. Algo similar a lo que sucedió en la Copa América de este año, donde se vio a los jugadores acudir al vestuario chileno recién cuando finalizó el encuentro.
Y es que Gareca con la blanquirroja, además de la clasificación al Mundial, obtuvo un subcampeonato en las Copa América de 2019, mientras que con Chile no pasó la fase de grupos y en la eliminatoria está en la última posición con cinco puntos.
“El cariño que le tenemos al ‘profe’ está, pero dentro del campo no va a estar. Vamos a ir con todo, estamos trabajando para eso. El cariño está afuera del campo”, declaró el central Miguel Araujo.
Perú aún no supera la ruptura con el argentino que supuestamente ocurrió, según medios peruanos, solo por la voluntad del presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Agustín Lozano con quien tenía una mala relación y que fue detenido recientemente por corrupción.
La añoranza hace que se propaguen historias en torno a Gareca, como que antes de asumir en Chile estaba dispuesto a volver a Perú a finales de 2023 tras dejar al argentino Vélez Sarsfield y cuando la ‘bicolor’ se quedó sin seleccionador con la partida de Juan Reynoso.La nación que lo acogió por ocho años se quedó esperando y el regreso finalmente será muy distinto, aunque en quizá no tanto.
Al llegar a La Roja, Gareca reconoció que “Perú me dio la oportunidad de ir a un Mundial, que se me negó como jugador”. Este viernes 15, aunque el triunfo de Chile no sea una garantía directa para clasificar, la derrota peruana al menos estaría extendiendo sus posibilidades. EFE
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