Daniela Romero
La Paz, 14 nov (EFE).- A la escasez de combustible que afecta a la población de Bolivia desde hace meses y a la actual situación de desesperación en varios sectores se suma hoy la incertidumbre ya que si el Gobierno de Luis Arce no reacciona de manera inmediata en el abastecimiento de diésel y gasolina la crisis se agravará en 2025, alertó a EFE el exministro de Hidrocarburos y analista Álvaro Ríos.
"No queremos pasar haciendo filas en los surtidores como ahora, nos vamos a empobrecer. Esas medidas se tienen que tomar ya, cada día que pasa son millones de millones (de dólares) de pérdidas económicas de todos los bolivianos", afirmó el experto.
Por ello, el exministro planteó que el Gobierno tiene que ver "cómo vamos a resolver y cómo vamos a conseguir los 3.700 millones de dólares que necesitamos en el 2025 para comprar combustible".
La escasez de combustible es un problema que se mantiene hace meses en Bolivia, agravado estas últimas semanas debido a los bloqueos de carreteras que realizaron seguidores del expresidente Evo Morales (2006-2019) durante 24 días, principalmente en el centro del país, en protesta por, entre otros, las investigaciones judiciales en su contra.
Los bloqueos de rutas se levantaron hace más de una semana, pero la situación por la falta de combustible se agudiza en todo el país, en especial en Santa Cruz, la mayor región de Bolivia, donde el sector productivo está paralizado y teme por la siembra correspondiente a la campaña de verano.
La Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) alertó que la soberanía alimentaria del país está en riesgo debido a la falta de diésel que impide realizar trabajos de cosecha y de transporte de alimentos a otras regiones, siendo que el 70 % de la producción en Santa Cruz es para abastecer al resto de Bolivia.
Por su parte, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) informó que para la campaña de verano el sector productivo requiere de 295 millones de litros de diésel, que representa el 13 % del total del consumo del combustible en el país.
Los representantes de la CAO exigieron al Gobierno que tome medidas urgentes para entregar diésel, de lo contrario la cosecha para este año será nula y habrá escasez de alimentos.
El sector de transporte pesado también está en emergencia, pues los camiones que deben recorrer distancias entre región y región llevando alimentos u otros productos no lo pueden hacer por falta de diésel y permanecen parados en largas filas cerca de las estaciones de servicio a la espera del combustible.
"Yo soy transportista y productor en Río Abajo, desde hace 10 días que estoy en busca de diésel. Nos mandan de un surtidor a otro y no encontramos diésel. Por eso estamos haciendo un bloqueo hasta que llegue el diésel", dijo a EFE Ismael Fernández, un conductor que acompañaba a otros en un bloqueo de camiones en una calle céntrica de La Paz.
Otro transportista, Francisco Salas, contó que dejó de trabajar hace una semana por la falta de combustible y que no puede conseguirlo ni en la región andina de Oruro "porque tampoco hay diésel. Es una injusticia que nos dejen así, sin trabajo y sin poder dar a las familias el pan del día a día".
Mientras el transporte interdepartamental redujo las frecuencias de viajes desde La Paz, Cochabamba y Santa Cruz hacia otras regiones del país, el transporte internacional está a punto de declararse en quiebra porque los viajes a los países vecinos "disminuyeron considerablemente".
La Asociación Nacional de Surtidores Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur), por su parte, se declaró en "estado de emergencia nacional" y denunció que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) distribuye el combustible con más frecuencia a los surtidores estatales que a las estaciones de servicio privadas.
Arce aprobó en la víspera un decreto que autoriza a sectores privados la importación y comercialización en el mercado interno de diésel y gasolinas por un año, a la espera de que esta medida alivie la situación mientras se toman otras acciones.
También, el presidente prometió normalizar el abastecimiento de combustible en todo el país en 10 días. EFE
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