Maputo, 13 nov (EFE).- Las protestas poselectorales de Mozambique volvieron este miércoles a puertos, puestos fronterizos y grandes ciudades del país africano, entre ellas Nampula (norte), donde la Policía respondió con gases lacrimógenos y balas reales que causaron un número indeterminado de muertos y heridos.
La investigadora de la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) Zenaida Machado cifró en seis los muertos, "personas desarmadas", en un mensaje en su perfil de X.
Vídeos compartidos en dicha red social por periodistas locales muestran a varias personas que yacen en el suelo rodeadas de sangre, incluida una mujer presuntamente disparada dentro de la tienda que regentaba en Nampula.
No obstante, las autoridades no han confirmado públicamente el número de fallecidos ni se han pronunciado sobre la violencia policial desde que comenzaron las protestas el pasado 21 de octubre.
Este miércoles fue el primer día de la llamada "cuarta etapa" de protestas, convocadas por el líder opositor y candidato presidencial Venâncio Mondlane contra el presunto fraude cometido en las elecciones del pasado 9 de octubre.
En su página de Facebook, el canal de comunicación que usa desde que huyó del país para supuestamente refugiarse en Sudáfrica, Mondlane anunció nuevas movilizaciones cuya "primera fase" se desarrollaría este miércoles y los próximos jueves y viernes.
La jornada comenzó calmada, aunque con previsión de que pudiera degenerar en violenta, ya que muchos vecinos de las grandes ciudades no fueron a trabajar y algunas escuelas suspendieron las clases.
Algunas manifestaciones en el distrito de Ressano Garcia (sur), cerca de la principal frontera de Mozambique con Sudáfrica, provocaron que algunos camiones se detuvieran, se restringiera el tráfico y se cerrara temporalmente la frontera por parte de las autoridades sudafricanas.
Sudáfrica había reabierto el pasado fin de semana el paso fronterizo de Lebombo, tras anunciar el pasado miércoles su cierre por la escalada de las protestas poselectorales.
Otra marcha en Inhambane (sur) culminó con la obstrucción de la carretera que une el sur y el centro de Mozambique.
También en Beira (centro), una manifestación intentó bloquear el tráfico hacia y desde el puerto de la ciudad.
El principal promotor de las protestas es el propio Mondlane, quien concurrió a los comicios del pasado 9 de octubre como independiente pero con el apoyo del Partido Popular Optimista para el Desarrollo de Mozambique (Podemos).
Desde el 21 de octubre, ha convocado jornadas de huelga general y movilizaciones contra las presuntas irregularidades en las elecciones y el asesinato el pasado 18 de octubre de un abogado y de un dirigente de Podemos.
Organizaciones como HRW y Amnistía Internacional (AI) han pedido el fin de la represión policial, que ha causado al menos 40 muertos antes del inicio de la cuarta etapa de protestas, según la ONG mozambiqueña Centro para la Democracia y los Derechos Humanos (CDD).
Según los resultados provisionales de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE), que todavía debe validar el Consejo Constitucional, el oficialista Daniel Chapo ganó las elecciones presidenciales con el 70,67 % de los votos.
Ese triunfo permitiría mantenerse en el poder al Frente Popular de Liberación de Mozambique (Frelimo), que dirige el país desde la independencia de Portugal en 1975.
En segundo lugar, con el 20,32 %, quedó Mondlane, por delante de Ossufo Momade, de la hasta ahora principal fuerza de la oposición Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), que obtuvo el 5,81 %.
El cuarto aspirante en liza, Lutero Simango, del Movimiento Democrático Mozambiqueño (MDM), logró el 3,21 % de los votos.
Aunque la jornada electoral se desarrolló en calma, la misión de observación de la Unión Europea constató "irregularidades" en el recuento de votos, mientras el presidente de la Conferencia Episcopal de Mozambique (CEM), el arzobispo Inácio Saure, denunció "graves fraudes" en la votación. EFE