Washington, 13 nov (EFE).- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, destacó este miércoles que la "política es dura" en su regreso a la Casa Blanca, aunque agradeció al actual mandatario, Joe Biden, sus esfuerzos para asegurar una transición pacífica.
Ambos líderes, acérrimos rivales políticos, comparecieron ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca al inicio de su reunión, ofreciendo breves y cordiales declaraciones con las que inauguraron formalmente la transición.
Biden fue el primero en hablar, dando la bienvenida a Trump y extendiéndole la mano para estrechársela con efusividad.
"Bueno, señor presidente electo y antiguo presidente, Donald, felicidades. Espero que tengamos, como ya he dicho, una transición tranquila", expresó Biden mientras Trump lo escuchaba con las manos entrelazadas y ligeramente inclinado hacia adelante en su asiento.
Biden también le aseguró que su equipo se encargará de que disponga de todo lo necesario para asumir el poder el próximo 20 de enero de 2025, y añadió: "Bienvenido de vuelta".
A continuación, Trump tomó la palabra para afirmar: "La política es dura y, muchas veces, es un mundo complicado, pero hoy es un buen día en este mundo. Agradezco mucho que la transición esté siendo así de fluida y que siga así".
Biden respondió con un escueto "de nada".
La comparecencia ante los medios fue especialmente breve. En total, ambos líderes hablaron durante poco menos de un minuto antes de continuar la reunión a puerta cerrada.
Los dos líderes hablaron a la prensa sentados uno junto al otro en sillones, con el fuego de la chimenea crepitando de fondo.
Aunque el encuentro tuvo un aire oficial, mientras se desarrollaba, la campaña de Trump envió a sus seguidores un correo solicitando donaciones, en el que se leía: "El presidente Trump está ahora mismo en la Casa Blanca llevando a cabo una reunión muy importante".
Biden había invitado a Trump a la Casa Blanca en una llamada el 6 de noviembre, un día después de las elecciones en las que el republicano venció a la vicepresidenta, Kamala Harris. Trump aceptó de inmediato y la Casa Blanca anunció el sábado que la reunión sería este miércoles.
Este tipo de encuentros suele ser una tradición para garantizar una transferencia de poder ordenada.
Sin embargo, en 2020, Trump no invitó a Biden a la Casa Blanca tras su victoria. En cambio, el republicano difundió teorías infundadas sobre fraude y ni siquiera asistió a la investidura de su sucesor, siendo el primer presidente de EE.UU. en no hacerlo desde 1869.
Melania Trump no acudió a la Casa Blanca, a pesar de que la primera dama, Jill Biden, la había invitado a tomar el té mientras sus esposos se encontraban reunidos. La oficina de Melania no ofreció razones para su ausencia y se limitó a desearle "mucho éxito" a su esposo.
Como no se produjo el encuentro entre primeras damas, Jill Biden aprovechó para saludar a Donald Trump a su llegada a la Casa Blanca y le entregó una carta dirigida a Melania Trump, en la que le expresaba sus felicitaciones y ofrecía la colaboración de su equipo para facilitar la transición.
El recibimiento a Trump en el jardín sur de la Casa Blanca se realizó sin acceso para la prensa. Mientras tanto, más de un centenar de periodistas se aglomeraban en las estrechas instalaciones de la mansión presidencial.
Aparte de visitar la Casa Blanca, Trump mantuvo una reunión con legisladores republicanos en un hotel cercano al Capitolio.
Trump llegó a la reunión acompañado del empresario y magnate Elon Musk, un fiel aliado durante la campaña y al que ayer puso al frente de un organismo de "eficiencia gubernamental". El presidente electo bromeó que ya "no se puede quitar (a Musk) de encima".
En un breve discurso, el presidente electo alardeó de su triunfo en las elecciones y bromeó sobre la posibilidad de volverse a presentar, algo que no puede hacer ya que en Estados Unidos existe una limitación de dos mandatos.
"Sospecho que no me presentaré de nuevo a menos que digan que es bueno, entonces pensaremos en otra cosa", apuntó entre risas de los asistentes.
Su aparición pública con los legisladores en el hotel cercano al Capitolio fue la primera desde su discurso de victoria en la noche electoral.
Trump no ha vuelto a la sede del Legislativo estadounidense desde que sus seguidores lo asaltaron el 6 de enero de 2021 para evitar que fuese certificada la victoria de Biden.
Además de la Casa Blanca, en las elecciones del martes pasado los republicanos se aseguraron el control total del Congreso tras arrebatar el Senado a los demócratas y mantener -a falta de confirmación oficial- la Cámara de Representantes.