La sencillez del pintor Ballester Moreno viaja a Brasil: "La técnica no me interesa"

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São Paulo, 13 nov (EFE).- El español Antonio Ballester Moreno (47 años, Madrid), pintor que huye de técnicas complejas y defiende una sencillez abstracta y casi infantil, inaugura este miércoles en São Paulo su primera exposición individual en Brasil.

"Entiendo que esto (sus cuadros) lo puede hacer cualquiera. A mí no me interesa una técnica súper elaborada y algo muy complejo, sino que para mí es más importante esa relación con el que lo ve y el cómo transmito yo una idea", afirma en una entrevista con EFE.

Con el título "Agua (verde)", la exposición que cubre las paredes de la galería Gomide&Co hasta inicios de febrero consiste en un conjunto de telas de gran tamaño en las que el pintor plasma con círculos y líneas, en colores cálidos y fríos, paisajes abstractos.

Formas que podrían ser un estanque de agua durante un atardecer rosado o un gran sol amarillo que se desparrama más allá del marco, los cuadros de Ballester Moreno son el paisaje que el espectador quiere hacer de ellos, una realidad maleable a la imaginación de cada uno.

"Mi trabajo siempre está con un pie en la realidad, aunque luego el resultado sea más abstracto. Para mí puede ser una cosa, pero para ti otra", señala este madrileño que tiene su taller en Vallecas, barrio de tradición obrera de la capital española.

Las telas son de yuta, el mismo material rústico con el que se fabrican los sacos de patatas y que refleja el interés de Ballester Moreno por lo sencillo, la artesanía y el arte 'amateur'.

Para preparar los cuadros de la exposición, por ejemplo, el artista compró cartulinas de la papelería del barrio, que cortó y dispuso en la mesa del taller, como si fuera una clase de artes plásticas de una escuela primaria.

"Ballester entiende la pintura como una reafirmación de una práctica artesanal y colectiva, en la medida en la que no le interesa la recuperación del mito del pintor-fetiche y de su individualidad heroica", apunta el texto de presentación de la exposición, firmado por la curadora Taisa Helena Palhares.

Es la sexta vez que el artista madrileño visita Brasil, donde en 2018 fue uno de los comisarios de la Bienal de São Paulo, la segunda de mayor prestigio en el mundo después de la de Venecia.

El costo que supone el transporte de obras a través del Atlántico complica la llegada de artistas españoles al gigante latinoamericano, un mercado que Ballester Moreno considera más potente que el del país europeo.

"Es un mercado autónomo, o sea, puedes ser un artista brasileño y vivir toda tu vida fenomenal en Brasil porque es un mercado fuerte, mientras que el español no lo es", afirma, antes de expresar su deseo por un mayor apoyo de instituciones públicas al fomento del arte en España. EFE

(foto)

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