La ficticia y apócrifa Enciclopedia de Tlön de Borges se hace realidad de la mano de Volpi

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Víctor Sancho

Madrid, 13 nov (EFE).- En uno de sus cuentos, el argentino Jorge Luis Borges habla del 'onceno' tomo de la Primera Enciclopedia de Tlön, una rareza apócrifa de un falso país que ahora toma vida de la mano del mexicano Jorge Volpi, coordinador de una antología de jóvenes voces hispanoamericanas, a la par que oda borgiana, en falaz formato enciclopédico.

La historia que cuenta Borges en "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" (1940, revisado y ampliado años más tarde) se remonta al siglo XVII y a una sociedad secreta formada entre otros por el filósofo británico George Berkeley, que deciden crear un planeta, un territorio o un mundo con su propia enciclopedia.

Una obra de la que no se tiene constancia hasta el siglo XIX en Memphis, cuando un multimillonario pide que se escriban los 40 tomos, empresa que se tarda 90 años en conseguir. Años más tarde llega a manos de Borges sólo uno de los volúmenes, en un relato en el que todo y nada es ficción y realidad al mismo tiempo.

Volpi decidió jugar con esta duda ficción-realidad para rescatar esa idea en una edición que se presenta como un facsímil de ese volumen borgiano que ha llegado a sus manos tras mucho tiempo de búsqueda y fruto de una casualidad que transcurre, como no podría ser menos, en la frontera nebulosa entre lo real y lo imaginado.

"Lo que está pasando aquí, lo que ustedes están presenciando ahora, es la intrusión del mundo fantástico en el real", dijo el escritor mexicano en la presentación de la obra.

Con la complicidad de la editorial Páginas de Espuma –que este año celebra su 25 aniversario– se ha creado un artilugio que emula (en el fondo y en la forma) ese tomo enciclopédico, el 'onceno' (undécimo) de un total de cuarenta, el que va desde 'Hlaer' a ''Jangr'.

La obra es al fin y al cabo una antología de textos de una 'generación de tlönistas' integrada por 20 'redactores' iberoamericanos (uno por cada país de lengua hispana) que no superan los 40 años y que, con total libertad, han recreado las que podrían haber sido –y ahora son– las entradas de este tomo de la enciclopedia apócrifa del que Borges hablaba y que aseguraba haber tenido en sus manos.

Entre los autores están la argentina Marina Closs, el puertorriqueño Carlos Fonseca, el boliviano Gabriel Mamani Magne, la colombiana Lorena Salazar Masso, la cubana Daneirys Machado, la chilena Paulina Flores, la ecuatoriana Natalia García Freire, la nicaraguense Fátima Villalta, la mexicana Andrea Chapela, la peruana Miluska Benavides y el uruguayo Gonzalo Baz.

Alejandra Marín (Costa Rica), Michelle Recinos (El Salvador), Irene Reyes-Noguerol (España), Rodrigo Fuentes (Guatemala), Luis Lezama (Honduras), Nicolle Alzamora (Panamá), María Pía Escobar (Paraguay), Scarlet Sánchez (República Dominicana) y Leonardo Mendoza Rivero (Venezuela) completan la lista de 'redactores' enciclopédicos.

"Hay quien lo leerá como una entrada de enciclopedia y hay quien leerá que cada texto de cada uno de estos veinte autores es un cuento. Eso depende del lector", reflexionó Volpi, quien dijo que eso es "lo hermoso, lo emocionante que pocas veces pasa en un proyecto literario y editorial como este".

Para el mexicano, el trayecto hasta la publicación ha sido "muy emocionante" y se impregna de ese deseo de que "la ficción contamine la realidad". "Estaba ahí toda esta tradición (de libros inventados) y eso fue lo que finalmente generó la idea de hacer el proyecto, que es lo más borgiano del mundo", sentenció. EFE

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