Trípoli, 13 nov (EFE).- La Comisión Internacional de Juristas (CIJ) instó este miércoles a las autoridades libias a abstenerse de restablecer la "policía de la moral" y de seguir reprimiendo los derechos humanos de las mujeres bajo pretexto de defender los valores y tradiciones de la sociedad.
El pasado 6 de noviembre el ministro del Interior del Gobierno de Unidad Nacional (GNU)- basado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional- Imed Trabelsi, anunció que su departamento reactivaría este cuerpo para imponer el uso del velo en las mujeres y niñas mayores de nueve años, denegarles el derecho a viajar sin el acompañamiento de un hombre y prohibir el contacto entre hombres y mujeres en espacios públicos.
El responsable defendió que las libertades personales y los derechos humanos son "conceptos europeos" que "violan las tradiciones libias y la religión islámica" y recomendó que, quienes deseen disfrutar de estas libertades, deberían abandonar el país.
Los agentes de esta brigada estarían encargados de vigilar tanto las calles como las redes sociales con el fin de detener y procesar a las personas que supuestamente violan "los valores y tradiciones de la sociedad libia".
"En lugar de cumplir con las obligaciones internacionales de derechos humanos las autoridades prefieren institucionalizar la discriminación de género, violar los derechos humanos de las mujeres y perpetuar el prejuicio contra las mujeres y niñas", denunció el director de la CIJ para Oriente Medio y Norte de África, Said Benarbia.
Esta medida busca, explicó, excluir a las libias de los espacios públicos y de la vida pública y confinarlas por la fuerza a la esfera privada, lo que supone "una ofensiva a gran escala" contra los derechos humanos de sus ciudadanas, incluidos sus derechos a la igualdad, la libertad de pensamiento, de conciencia y religión, de expresión y de movimiento entre otros.
Estas restricciones se suman a la iniciativa de la Autoridad General de Asuntos Islámicos que en 2023 puso en marcha un programa de "Guardianes de la Virtud" para combatir las "desviaciones religiosas, intelectuales y morales".
El sistema de tutela masculina en Libia ya obliga a las mujeres a buscar la autorización de un tutor, conocido como "mahram"- que puede ser su padre, hermano o hijo- para poder casarse o viajar.
Las autoridades han impuesto reiteradas limitaciones a las mujeres que viajan solas y en 2023 la Agencia de Seguridad Interna (ISA) introdujo un cuestionario obligatorio para que justificasen su desplazamiento sin la presencia del mahram, enfrentándose al acoso e intimidación de las fuerzas de seguridad en los aeropuertos.
La Declaración Constitucional de 2011, que funciona como una constitución provisional, establece que el islam es la religión del Estado y la sharia o ley islámica es la principal fuente de legislación. EFE