Praga, 12 nov (EFE).- El Gobierno checo calificó este martes de "reconciliación simbólica" el cambio introducido en el régimen de pensiones por el que se recortan las prestaciones a los que colaboraron con el aparato comunista durante el régimen anterior (1948-1989) y se aumentan las de los ex disidentes.
"Es un hito simbólico que estaba pendiente desde hace 35 años, y que es posible hacer todavía. Es una reconciliación simbólica con el pasado y con algunos errores cometidos", afirmó en una rueda de prensa el vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Trabajo, el democristiano Marian Jurečka.
Con las enmiendas a la ley de pensiones, la jubilación mensual de muchos funcionarios de la nomenclatura comunista se ha reducido en un promedio de 60 euros, mientras que los disidentes discriminados entonces por su postura política, que o bien no pudieron trabajar, o emigraron o fueron encarcelados, cobran ahora 176 euros adicionales.
Se estima que la pensión media de las personas que, por su afinidad política, ocuparon puestos de influencia en órganos del régimen totalitario anterior, incluido el gobierno y los tribunales, asciende a 970 euros.
El recorte de la pensión ha afectado de momento a 177 personas, según Jurecka, mientras que del aumento se han beneficiado 430 hombres y mujeres.
De momento, 38 personas han interpuesto denuncia administrativa contra los recortes, pero no ha habido aún ninguna impugnación en el Tribunal Constitucional.
Jurečka afirmó que prepara nuevas enmiendas a la ley de pensiones, para recortar prestaciones a otros afectos al régimen anterior, algo que podría afectar a unas 2.500 personas. EFE