Jerusalén, 12 nov (EFE).- El Ejército israelí aseguró este martes haber destruido la mayoría de las plantas de fabricación de misiles y los almacenes de armas que el grupo chií Hizbulá mantiene en el Dahye, los suburbios del sur de Beirut, que se han convertido en objetivo frecuente de los bombardeos de Israel.
En un comunicado castrense, las fuerzas israelíes detallaron que, en las últimas semanas, la fuerza aérea ha atacado infraestructura del grupo que la inteligencia militar israelí lleva años mapeando.
"Uno de los principales lugares atacados fue revelado por Israel ante la Asamblea General de la ONU en 2020, junto a otros lugares. Este lugar fue establecido en el corazón del barrio de Choueifat, bajo un complejo de cinco edificios residenciales donde viven unas 50 familias, y está ubicado a unos 85 metros de una escuela", se lee en el comunicado.
En la planta en particular se fabricaban componentes para misiles de larga distancia "capaces de alcanzar cualquier punto de Israel", dijo el Ejército, que ha justificado su escalada contra Hizbulá en Líbano asegurando que el grupo, respaldado por Irán, planeaba una invasión del norte del país.
Al mismo tiempo que Israel informaba de sus ataques en el Dahye, el portavoz en lengua árabe del Ejército, Avichay Adraee, anunció una serie de bombardeos en la zona contra "centros de mando, lugares de producción de armamento y demás infraestructura militar".
"El (grupo) terrorista Hizbulá está colocando sus instalaciones en el corazón de centros de población civil como estrategia de combate, y este es otro ejemplo de cómo Hizbulá explota a los civiles libaneses como escudos humanos", aseguró el portavoz, un argumento que Israel utiliza también cuando ataca infraestructura civil en Gaza.
Más de 3.200 personas han muerto en Líbano, entre ellas 201 niños, desde el estallido del fuego cruzado entre Israel y el grupo chií libanés hace poco más de un año.
La gran mayoría de estas muertes se han producido desde el inicio de la campaña masiva de bombardeos de Israel, hace poco más de un mes, seguida de una ofensiva terrestre, que a su vez ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, según cifras del Gobierno libanés.
Del lado israelí, 76 personas han muerto por ataques lanzados desde Líbano, de las cuales 45 eran civiles (6 extranjeros). Además, 34 soldados han muerto en combate en el sur del país vecino, donde Israel mantiene una invasión terrestre desde el pasado 1 de octubre.EFE
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