Roma, 12 nov (EFE).- El Ayuntamiento de la ciudad italiana de Florencia vetará colocar en su centro histórico las cajas metálicas con llaves que dan acceso a apartamentos de alquiler breve, un paso por razones de seguridad y estética que busca promover un modelo de turismo más sostenible, dijo este martes su alcaldesa, Sara Funaro.
En algunas puertas de las calles del centro histórico de la famosa capital de la Toscana (norte de Italia) se pueden ver en cada una incluso hasta siete cajas de este tipo, que según la alcaldesa dañan la estética de la parte vieja de la urbe, concurrida y muy turística.
Según informaron medios locales, esta medida también servirá para mejorar la seguridad de los propios domicilios en los que se llevan a cabo los alquileres de corta duración.
La medida está prevista que entre en vigor en 2025 y se encuentra dentro de un plan de diez puntos que busca "promover el turismo sostenible, trabajar en los flujos turísticos y mejorar la calidad de vida de los residentes", señaló Funaro, del Partido Demócrata.
Entre estas normas, también será obligatorio que los apartamentos turísticos se identifiquen con una placa homologada, en consonancia con el código nacional de identificación de los alquileres cortos que permitan el reconocimiento y los controles de estos alojamientos.
Además, se restringirá la entrada de los vehículos tipo caddy o tuk-tuk a algunas zonas del centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1982 de Florencia, así como la prohibición de los altavoces de las guías turísticas.
Las medidas se anunciaron antes de que este mismo miércoles comience en esta ciudad italiana la cumbre de Turismo de los países del G7 y tras las protestas de los últimos días del comité 'Salvemos Florencia' que lucha contra la especulación y los alquileres elevados para "una ciudad hecha a la medida de quienes viven allí y no de los ricos", según explican en su página web.
La alcaldesa ya había presentado el pasado 17 de octubre un plan para prohibir la apertura de tiendas nuevas o cadenas en el centro histórico y solo permitir lo que calificó como "comercios de calidad", como librerías, artesanía tradicional o galerías. EFE