El Departamento de Estado de Estados Unidos ha mostrado su rechazo a las declaraciones vertidas en la víspera por el ministro de Finanzas de Israel, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, en las que celebraba que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría abrir la puerta al reconocimiento de la soberanía israelí de Cisjordania.
"Los comentarios que hizo este ministro ciertamente no conducen a la construcción de una paz duradera, y son increíblemente inconsistentes con los principios que el secretario (de Estado, Antony) Blinken expuso en Tokio", ha manifestado el portavoz adjunto de la diplomacia estadounidense, Vedant Patel, recordando las posturas de Washington al respecto.
La Administración Joe Biden ha trabajado desde el estallido de la guerra en Oriente Próximo, hace ya más de un año, por alcanzar la paz entre Israel y Hamás a través de una serie de garantías de seguridad para Israel y que, como resultado final, culminaría con el establecimeinto de un Estado palestino en las fronteras fijadas por Naciones Unidas en 1967.
"El presidente Biden y el secretario Blinken han reiterado constantemente la clara posición de Estados Unidos en apoyo a una solución de dos Estados como parte de un proceso negociado que, en última instancia, proporcionará un Estado palestino independiente, con garantías de seguridad adecuadas para Israel", ha señalado.
Smotrich afirmó en la víspera, en el marco de una reunión de su partido, que Israel estaba "a un paso de obtener la soberanía en los asentamientos de Judea y Samaria --nombre bíblico de Cisjordania-- y ahora es el momento de darlo". El ministro incluso fijó 2025 como fecha para este hito, que implicaría consolidar la actual ocupación.