La Habana, 10 nov (EFE).- Los territorios del occidente de Cuba -entre ellos La Habana- que recibieron esta semana el devastador azote del potente huracán Rafael -de categoría 3 (sobre 5)- siguen este domingo impulsando labores para recuperar los suministros básicos como la electricidad y el agua.
Rafael, al atravesar de sur a norte el miércoles la provincia Artemisa (oeste) con fuertes vientos de hasta 185 kilómetros por hora, provocó una desconexión completa del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la segunda vez en menos de tres semanas que Cuba sufre un apagón total.
Dos días después se volvió a sincronizar el SEN, pero eso no significó que todo el país quedara interconectado en una única red eléctrica, por lo que las zonas más castigadas quedaron sin fluido eléctrico a la espera de reparar postes caídos, cables averiados y transformadores afectados por el huracán.
Las primeras zonas en recuperar el servicio eléctrico fueron las provincias del centro y el oriente, mientras gradualmente se ha ido restableciendo en las occidentales Mayabeque, La Habana y Artemisa, la más devastada por los efectos del meteoro.
De acuerdo con el más reciente informe del Gobierno, el 85 % de los hogares (732.116 clientes) de La Habana -donde viven unos dos millones de personas- ya tienen servicio eléctrico, pero hay tres municipios (Boyeros, La Lisa y Playa) con el más bajo nivel de cobertura.
En la capital, la falta de electricidad ha afectado el suministro de agua, y de las 12 fuentes de abastecimiento, actualmente la mitad cuenta con servicio eléctrico, de acuerdo a un informe de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE).
Su vecina Mayabeque tiene casi el 78 % de los circuitos con suministro de corriente, aunque aún sus municipios Quivicán y Batabanó son los territorios con mayores daños.
En Artemisa, actualmente hay varias áreas con servicio eléctrico, mientras continúan los trabajos de recuperación de las redes para poder conectar con electricidad del SEN a Pinar del Río, la provincia del extremo oeste.
El director de electricidad del Ministerio de Energía y Minas, Lázaro Guerra informó que en esta jornada, en el horario "pico" -de mayor demanda- la capacidad máxima de generación eléctrica de 1.950 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 2.600 MW.
Con ese pronóstico indicó que el déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 650 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente- alcanzará los 720 MW.
El funcionario aseguró que el SEN está operando de forma "estable y segura" y refirió que todas las centrales termoelécticas están trabajando, aunque tres unidades generadoras tienen averías y otras tres se encuentran en mantenimiento.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado precario tanto por la falta de divisas para importar combustible como por las frecuentes averías en las unidades de producción de las siete centrales termoeléctricas, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones y mantenimientos.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico dañan la economía cubana- que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales- e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una crisis económica desde hace cuatro años.EFE