Nairobi, 10 nov (EFE).- Mauricio votó este domingo en unas elecciones generales de las que debe salir el próximo primer ministro de este país insular del océano Índico, considerado una de las democracias más estables de África.
Poco más de un millón de votantes, de una población total de casi 1,3 millones de personas, estaban llamados a las urnas para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), formada por 70 escaños, en 21 circunscripciones electorales.
Los mauricianos eligen directamente a 60 diputados entre 891 candidatos, incluidos independientes y miembros de 73 partidos, en 340 centros de votación abiertos desde las 07:00 hora local (03:00 GMT) hasta las 18:00 hora local (14:00 GMT).
Otros dos escaños se reservan para la isla de Rodrigues -parte de la República de Mauricio- y los ocho restantes se asignan a los mejores perdedores según perfiles para garantizar una representación de los principales grupos étnicos en la Asamblea Nacional.
El partido o coalición que logre controlar la mayoría de la Asamblea será el llamado a formar Gobierno en este país situado a unos 2.000 kilómetros de la costa sureste de África.
El primer ministro saliente, Pravind Jugnauth, que busca un segundo mandato de cinco años, ejerció su derecho democrático en un colegio de la circunscripción de Vacoas/Floreal, en el centro de la isla de Mauricio.
Jugnauth, de 62 años, ha sido primer ministro desde 2017, cuando sucedió a su padre, Anerood Jugnauth.
Su partido, el Movimiento Socialista Militante (MSM), obtuvo en 2019 la mayoría de los escaños en el Parlamento en unas elecciones que le brindaron un mandato de cinco años.
Ahora, el MSM encabeza la coalición Alianza del Pueblo (Alianza Lepep), que tiene como principal adversario a otra coalición, la Alianza del Cambio, liderada por el Partido Laborista del ex primer ministro Navin Ramgoolam, de 77 años, quien busca volver a la jefatura del Gobierno y también ejerció el voto en Vacoas/Floreal.
Jugnauth acusó a Ramgoolam de "encarnar la inestabilidad" durante la campaña, mientras que el líder laborista aseguró que "la patria está en peligro" y ha prometido "reactivar la economía" nacional.
El mandatario saliente llegó a la campaña con el viento de cola después de que el pasado 3 de octubre Mauricio y el Reino Unido anunciaran un acuerdo histórico.
Según ese pacto, los británicos traspasarán la soberanía del archipiélago de Chagos al país africano tras 56 años de disputa, a cambio de garantizar el funcionamiento seguro, eficaz y a largo plazo de la base militar británico-estadounidense de la isla chagosiana de Diego García.
Sin embargo, la campaña estuvo marcada por un hecho sin precedentes en la historia democrática del país: el pasado día 1, las autoridades anunciaron el bloqueo de las redes sociales hasta pasadas las elecciones "en respuesta a las preocupaciones con respecto a publicaciones ilegales que constituyen una amenaza grave para la seguridad nacional y la seguridad pública".
Las autoridades se referían a la revelación de un programa de escuchas telefónicas dirigido a periodistas, políticos y personalidades influyentes, después de que un informante anónimo publicara las grabaciones en redes sociales y revelara la interferencia del Gobierno en instituciones clave del país.
La indignación popular forzó al Ejecutivo a levantar la prohibición en 24 horas tras un escándalo que manchó la buena reputación de la democracia mauriciana.
Desde que se independizó del Reino Unido en 1968, Mauricio ha desarrollado una economía vibrante respaldada por los sectores financiero, turístico y agrícola.
Según el Banco Mundial, Mauricio es "un modelo de éxito económico en África subsahariana", al evolucionar de una nación de bajos ingresos dependiente de la caña de azúcar en la década de 1960 a un país de ingresos medios-altos. EFE