La presidenta de la comisión electoral de Alemania, Ruth Brand, se ha rechazado las acusaciones vertidas por la oposición conservadora sobre un posible acto de injerencia en relación con la decisión de fijar la fecha de las nuevas elecciones al Bundestag (Parlamento).
El órgano que dirige es independiente y no se rige por instrucciones, sino por las normas legales, según su portavoz, y "tampoco hubo instrucciones ni influencias sobre la posición de la responsable electoral federal en relación con las nuevas elecciones", ha aclarado.
Esta situación tiene lugar después de que la presidenta enviara una carta al canciller alemán, Olaf Scholz, en la que advertía al mandatario de los "riesgos incalculables" en el caso de que decidiera acortar plazos para unas elecciones necesarias después del colapso esta semana de la coalición de gobierno.
Según el artículo 39 de la Ley Fundamental, el Bundestag debe ser reelegido en un plazo de 60 días tras la disolución del Parlamento por el presidente federal.
La alianza conservadora CDU/CSU criticó a Brand por el contenido de su carta. "Solo puedo aconsejar a la responsable electoral federal que no se deje instrumentalizar por nadie", declaró al dominical 'Bild am Sonntag' Thorsten Frei, secretario del grupo parlamentario de la CDU/CSU en el Bundestag.
Por su parte, el secretario general de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Carsten Linnemann, calificó de "escandalosas y vergonzosas" las declaraciones de Brand. "Un país como Alemania debe poder celebrar elecciones en un plazo de 60 días", declaró Linnemann al dominical.