Seis de cada diez residentes (unas 60.000 personas, aproximadamente) de la ciudad antigua de Baalbek, en el este de Líbano, han abandonado la localidad desde el comienzo de la invasión israelí del país, según responsables locales que han advertido de que los casi 40.000 residentes que se han quedado en la zona no tienen forma alguna de acceder a ayuda humanitaria.
"Aquí la gente o se ha ido al extranjero o a otra ciudad más tranquila", ha explicado el representante vecinal Jalil Taha a la agencia kurda-iraquí Rudaw. "Pero lo que nos ha dejado de piedra es que el 38 por ciento de la población sigue todavía aquí, y a este 38 por ciento nadie le está prestando ayuda de ningún tipo", ha añadido.
Israel ordenó a finales de octubre la evacuación de la ciudad entera, escenario ahora de intensos bombardeos que acompañan a la entrada de las fuerzas israelíes en el sur del país y que tienen por objetivo destruir, según el Ejército israelí, las posiciones de Hezbolá en la localidad, conocida por sus extraordinarios templos romanos y su gran mezquita, levantada durante el califato omeya.
El responsable vecinal estima que la ciudad ha sido bombardeada en al menos 33 ocasiones y que los ataques han dejado medio centenar de muertos y 56 heridos. A nivel nacional, los bombardeos israelíes contra Hezbolá en el marco del estallido en octubre pasado de la guerra de Gaza ya han dejado más de 3.000 fallecidos en todo Líbano, según el Ministerio de Salud libanés.