Familiares de las 11 personas asesinadas en el sur de México responsabilizan al Gobierno

Familiares de las víctimas claman por justicia y continúan la búsqueda de seis hombres desaparecidos en Guerrero, responsabilizando al Gobierno por la falta de acción y la investigación inadecuada

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Chilpancingo (México), 9 nov (EFE).- Familiares de las 11 personas que fueron desaparecidas y asesinadas en Chilpancingo, capital del estado mexicano de Guerrero, sur del país, llamaron a los Gobierno federal y estatal a no cerrar el caso y continuar con la búsqueda de los seis hombres que continúan desaparecidos y los responsabilizaron de los hechos.

Este sábado, en el poblado de Chautipan, en la sierra de Guerrero, se llevan a cabo los funerales de los cuatro menores, dos mujeres y cinco hombres encontrados en un vehículo la noche del pasado miércoles.

Bajo una lona y rodeados de flores son velados los cuerpos, en un clima de tristeza y zozobra, además de preocupación por los que aún faltan, del grupo de 17 personas que salieron de esa comunidad a finales de octubre a vender utensilios de cocina al municipio de Chilapa.

María del Socorro Barrera Millán perdió a sus cuatro hermanos y solo uno está entre los 11 cuerpos encontrados, Ángel de 14 años, por lo que en declaraciones a medios clamó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que no cierre el caso y continúe la búsqueda.

“Yo le pido a Claudia (Sheinbaum) por favor que no vaya a cerrar el caso, que el caso siga mientras los encuentran, que nos apoyen con Gobierno por todo el lugar, que nos apoye, que no nos vayan a dejar”, expresó en tono desesperado.

Dijo que han sido días de tristeza en la comunidad desde que desaparecieron los comerciantes y pidió a quienes pudieran tenerlos que los regresen. La mujer busca a sus hermanos Marco Antonio de 31 años, quien tiene tres hijos; a Javier de 24, quien tiene una hija, y a Pedro Ismael de 22.

Otro habitante que prefirió el anonimato calificó lo ocurrido como "una tragedia para la comunidad y muy doloroso para todos", pues son campesinos y vendían trastes (utensilios de cocina), "un trabajo sano y limpio que no le hacía daño a nadie".

El hombre se sumó al llamado de no cerrar el caso y, además de la presidenta de México, responsabilizó también a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, por la tardía búsqueda de sus familiares.

“Tuvo mucha culpa el gobierno de que tengamos 11 muertos porque no trabajó con rapidez. El gobierno tiene muchas tecnología para que los hubiera encontrado”, señaló.

También cuestionó el actuar de la Fiscalía General del Estado (FGE) por cómo procedió al localizar los cuerpos, pues movió el vehículo del lugar sin las indagatorias legales, ni lo protocolos, lo que los hace sospechar a familiares de una colusión con el grupo que los privó de su libertad y los asesinó.

Los cuerpos serán sepultados esta tarde en el panteón de la localidad, en donde aún confían en la aparición con vida de los seis hombres restantes.

Las 17 personas desaparecieron en tres grupos diferentes entre el 22 y 27 de octubre, según familiares, y la mayoría acudió a la comunidad de El Epazote, municipio de Chilapa de Álvarez, a vender utensilios de cocina, y el resto desapareció al salir a buscarlos.

La Secretaría de la Defensa Nacional informó el martes de un operativo especial para su búsqueda y localización, y señaló como responsable al grupo delictivo Los Ardillos, que opera en la región.

Cuestionada por el tema, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseveró este viernes en su conferencia diaria que no habría impunidad en el caso y que su Gobierno trabaja para dar paz a Guerrero, que afronta una ola de violencia por las disputas del crimen organizado. EFE

(foto)

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