Jerusalén, 9 nov (EFE).- La exrehén de Hamás en Gaza Noa Argamani, uno de los rostros más conocidos entre los secuestrados por los milicianos palestinos el 7 de octubre de 2023, compartió en sus redes sociales un mensaje en el día en que se cumplen 400 días de los ataques y de la guerra en Gaza: "El abandono continúa, 400 días son demasiados".
"No se puede dejar de lado el hecho de que ya son 400 días", reiteró Argamani en Instagram, asegurando que los 97 secuestrados que siguen en el devastado enclave palestino están "esperando a que alguien vaya a salvarlos".
Argamani estuvo secuestrada 245 días, hasta que el Ejército la rescató junto a otros tres cautivos en una operación en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja, en la cual las tropas mataron a 274 palestinos, convirtiéndose también en una de las mayores masacres de la guerra en Gaza.
"El momento más frustrante es cuando se suman otros cien días a los anteriores. Era entonces cuando volvía a contar desde el principio. La cuenta se reiniciaba, pero las condiciones sólo empeoraban y la desesperación sólo crecía", recuerda.
Argamani publicó este testimonio junto a una cadena en redes sociales que recuerda cómo este sábado se cumplen 400 días de cautiverio para quienes siguen en Gaza.
Como cada sábado, miles de personas se manifestaron en Tel Aviv y otras ciudades, como Jerusalén, para reclamar un acuerdo de alto el fuego que garantice el retorno de los rehenes. Las protestas se vieron reforzadas además este viernes al cumplirse otra centena de días sin que dicho acuerdo se produzca.
Mensajes por los rehenes como "400 días en el infierno" pueden leerse en algunas de las pancartas de los manifestantes, así como algunos eslóganes contra la guerra como "No a reocupar Gaza".
Los manifestantes exigen al Gobierno de Benjamín Netanyahu un acuerdo de alto el fuego con Hamás que permita el retorno de los secuestrados, si bien con el paso del tiempo y el aumento del descontento social la idea de un acuerdo parece cada vez más improbable y da pie a la demanda de una convocatoria de elecciones anticipadas.
En algunas de estas protestas, sus asistentes han llegado a denunciar que Netanyahu mantiene la guerra por motivos políticos (evitar unas elecciones anticipadas o comparecer ante los tribunales al estar implicado en tres casos de corrupción), en lugar de priorizar a los secuestrados.
Las negociaciones se paralizaron en verano y, si bien las partes trataron de retomarlas a finales de octubre, tras la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, no trascendieron avances al respecto.
El reflejo de la parálisis de las negociaciones llegó este sábado, cuando Catar anunció que finalizaba su labor de mediación, que ha ejercido más de un año, para la tregua en Gaza.
“Les dijimos a los israelíes y a Hamás que mientras se nieguen a negociar un acuerdo de buena fe no se podrá continuar la mediación (…); como resultado, la oficina política de Hamás ya no sirve para su propósito”, afirmaron a EFE fuentes que prefirieron no identificarse.EFE