Madrid, 9 nov (EFE).- Con su verbo punzante y un incombustible sentido del humor, el doctor Alfonso Cabeza, que presidió el Atlético de Madrid durante dos años, de 1980 a 1982, y fue director del Hospital La Paz de 1975 a 1981, cumplió este sábado 85 años y lo celebró rodeado de amigos y familia con una cena en un restaurante madrileño.
El doctor Cabeza, nacido en la localidad zaragozana de Bubierca el 9 de noviembre de 1939, mantiene su fidelidad al Atlético de Madrid, por el que dijo, en una entrevista con EFE, que siente "pasión".
"Por el Atlético sigo sintiendo pasión, aunque no veo muchos partidos porque es un sufrimiento. Por ejemplo, el otro día no vi el del París Saint Germain. En esta vida se puede cambiar de todo, pero la pasión y el equipo de fútbol no se puede cambiar. Tengo pasión por el Atlético", afirmó.
El exdirigente, que compaginó hace 44 años su cargo como presidente atlético con el de director del madrileño Hospital La Paz, no sabe si podrá ver a su equipo algún día como campeón de Europa. "Yo ya estoy en la prórroga. No creo que me dé tiempo, aunque al de ahí arriba se le ha ido un poco la cabeza y lo mismo tarda en reclamarme".
Cabeza, afincado en el Soto de La Moraleja, pasa largas temporadas en La Manga (Murcia) y lleva una vida tranquila. "Se me partió la vida hace cuatro años con el fallecimiento de mi mujer. Fueron 54 años casado con ella. Ahora madrugo mucho. Me levanto a las seis o seis y media de la mañana y voy a dar un largo paseo. Luego compro los periódicos y desayuno. Tomo mucha fruta y leo mucho y también me tomo dos o tres copitas de buen vino al día".
"Lo pasé muy bien como presidente del Atlético, pero también tuve ratos muy malos", relató. "No creo que volviese a serlo", afirmó el doctor. "No sé qué pasaría si volviese a nacer. Voy a ir al infierno por todo lo que se me ha escapado. Cuando fui presidente me sacaron a hombros, pero luego me sacudían. En la vida subes y bajas muy rápidamente. Te suben y te bajan. Es normal", añadió.
Cumplidos los 85 años, el doctor Cabeza está rebosante de salud y buen ánimo. "Estuve a punto de morir con el COVID. Los médicos le dijeron a mi hija que no duraba una noche más, pero aquí estoy", comentó. EFE.